Arnaud Lemaire

Nacido el 30 de noviembre de 1975, este modelo belga -nació en Uccle, Bélgica-, con nacionalidad francesa, se ha convertido en uno de los modelos europeos más cotizados en el mundo entero en la década de los noventa y principios del siglo XXI. Las pasarelas más importantes como París, Milán o Nueva York se rindieron a los encantos de este rubio de ojos azules que ha desfilado para las firmas más destacadas del mundo de la moda. Y es que cualidades no le faltan: un rostro inocente de rasgos muy juveniles, un cuerpo musculoso, una gran altura -mide más de 1,85 metros- y una enorme fotogenia.
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Arnaud Lemaire, hijo del modelo y actor Jean-Marie Lemaire, trabajaba en el mundo de la moda desde que tenía aproximadamente tres años. Sin embargo, era un adolescente cuando consiguió los primeros contratos que le alzarían a la condición de top model. Sus trabajos más reconocidos han sido como imagen de las firmas JOOP!, Calvin Klein, Armand Basi, Genfins, El Corte Inglés y Giorgio Armani.

Su faceta como actor
Sin embargo, Arnaud también pretende triunfar en el mundo de la interpretación. De hecho, cuenta en su haber con tres trabajos cinematográficos, aunque debutó previamente como actor en la serie francesa de televisión Entre ces Manis-là (1995).

Su primer trabajo en el cine le vino de la mano de Gabriel Aghion en la película El libertino (2000), en la que compartía protagonismo con Vincent Perez. Un año después, trabajó junto a Vincent Elbaz y Catherine Deneuve en el filme Absolument fabuleux, en el que hace de sí mismo.

Sin embargo, su carrera a mediados de la década de los 2000 fue girando hacia la producción de trabajos audiovisuales (estudió en la Universidad de Nueva York gracias a lo que ahorraba como modelo). Además, ha triunfado como presentador en la cadena televisiva TF1 y, tras una temporada en Australia aquejado de una depresión tras una relación sentimental fallida, inició un noviazgo con la periodista Claire Chazal en 2007, con la que le separan 19 años. Asímismo, produce distintos trabajos a favor de la asociación francesa de hemofílicos, lo que demuestra también su lado más comprometido.