Ashton Kutcher

Y quién le iba a decir a él, estudiante de Ingeniería Bioquímica en la Universidad de Iowa, que un día su nombre iba a estar enlazado a la flor y nata de Hollywood. Pero así fue gracias a su frescura ante la cámara. Él salió de las aulas para probar suerte como modelo tras haber ganado un concurso para futuras estrellas de la pasarela, Fresh Faces. Sí, frescura no le falta a Ashton Kutcher. Así es que hizo su maleta, se despidió de su Iowa natal (donde dejó a un hermano gemelo, Michael, y a una hermana mayor, Tausha) y se embarcó rumbo a Nueva York.

La Gran Manzana extendió sus brazos hacia él y le aportó un sinfín de oportunidades. Entre ellas, protagonizar un anuncio rubricado por la firma Calvin Klein. De ahí al cielo de Hollywood, apenas un paso. Él, durante sus años de estudiante, sí había hecho sus pinitos en el mundo de la interpretación. Pero… ¿Quién no? Sin embargo, algo le quedó dentro, algo que le impulsó a la aventura de seguir intentándolo sin tregua.

Su despertar como actor fue lento. Primero, los años de escuela, y los escenarios de los salones de actos en los festivales de final de curso. Dicen que bordó su papel en el musical Annie. Más tarde, en 1998, le llegó una oportunidad dorada en forma de serie para la pequeña pantalla: Aquellos maravillosos 70, aparición que provocó que muchas adolescentes sintieran que sí, que los setenta, si había hombres como aquel, debieron ser realmente maravillosos. El actor protagonizó más de ciento setenta capítulos y supuso su participación en el proyecto un camino directo, pero sosegado, hacia la fama.

Peldaño a peldaño fue ascendiendo de nivel. De la pequeña pantalla a la grande en forma de comedia adolescente. Y de ahí, algún que otro papel serio en el que pudo mostrar que era algo más que un bonito rostro dispuesto a seducir a cuanta dama se le pusiera por delante. Películas como El Efecto Mariposa o The Guardian, junto a un incombustible Kevin Costner, le valieron el favor no sólo de las niñas deseosas de un hombre atractivo, sino de esa especie más difícil de satisfacer llamada los críticos cinematográficos.

No obstante, y a pesar de tanto trabajo serio, Asthon Kutcher, quien ha creado su propia productora, pasará a la Historia de Hollywood como el tercer esposo de Demi Moore, la actriz que parece tener un pacto con la naturaleza para mantenerla en permanente estado de eterna juventud. Se casaron el 24 de septiembre de 2005, en una íntima ceremonia, en California, a la que, entre otros invitados, acudió Bruce Willis, segundo esposo de la actriz y padre de sus tres hijas. A ellos no les importó la diferencia de edad entre ambos (Demi Moore nació dieciséis años antes que él) por lo que el enlace puso el broche feliz a una relación que había comenzado en 2003, cuando Demi Moore regresó a la gran pantalla para la saga de Los Ángeles de Charlie.