El mundo de los sueños es fascinante. Quien más quien menos se ha levantado con la sensación de haber soñado. Recuerdos difusos o bien nítidos, que nos hacen plantearnos una pregunta: ¿Por qué soñamos? Ese es el título precisamente del libro publicado por el doctor Pablo Barrecheguren, doctor en biomedicina, neurobiólogo y divulgador científico.
En él trata de dar respuestas a muchas de las preguntas que nos realizamos en relación a los sueños: ¿Sueñas con frecuencia? ¿Tienes sueños lucidos? ¿Por qué tenemos pesadillas? ¿Es buena la siesta? ¿Qué es el insomnio? Sobre este mundo relacionado con lo onírico hemos tenido la ocasión de hablar con el autor.
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La pregunta que da título al libro es, tal vez, la madre de todas las preguntas relacionadas con los sueños, buscar la causa de los mismos, ¿no cree?
Es una pregunta con mucho peso, y me gusta porque para explicarla hay que entender otras preguntas muy interesantes que también trato en el libro como, por ejemplo, por qué dormimos o si los animales sueñan.
¿Por qué el de los sueños siempre ha sido un mundo que le ha generado tanta curiosidad al ser humano?
Porque los sueños son a veces experiencias muy llamativas y con mucho calado emocional para nosotros (esto tiene una explicación neurocientífica). Y también hay que valorar que hay experiencias oníricas, como los sueños lúcidos o las parálisis del sueño, que son tan sorprendentes que es fácil darles un significado místico.
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Todos hemos tenido sueños alguna vez, pero ¿hay personas que sueñan más que otras?
Sí, e incluso es posible que una persona sueñe más o menos a lo largo de su vida. También hay personas cuyos sueños son más complejos que otras, más vívidos, etc. un ejemplo de esta diversidad es lo que ocurre con los sueños lúcidos (sueños donde la gente se despierta dentro del sueño y es consciente de que está soñando): mientras que casi la mitad de la gente nunca los ha vivido, casi una cuarta parte de la población los vive una vez al mes y un pequeño grupo de personas los experimenta casi a diario.
¿Por qué motivos no solemos recordar nuestros sueños?
En verdad, igual que hay gente que no suele recordar sus sueños, otras personas los recordamos prácticamente a diario. Se cree que uno de los factores que hacen que una persona recuerde un sueño o no es si mientras sueña se producen instantes donde la persona se “despierta”. Son momentos tan sutiles que ni nos damos cuenta, pero permitirían al cerebro parar durante un instante el sueño y, en ese momento, aprovecharía para almacenar el recuerdo del sueño. Según este modelo, quienes se acuerdan con más facilidad de los sueños estarían viviendo más de estos “microdespertares mientras sueñan” que quienes no recuerdan los sueños.
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¿Qué influye en que tengamos esos sueños negativos, las pesadillas?
Como regla general, estados anímicos negativos, estrés, etc. fomentan la aparición de pesadillas y, por ejemplo, está documentado que durante la pandemia por COVID-19 aumentó la frecuencia de sueños negativos en la gente. Y, aparte, hay situaciones concretas donde las pesadillas recurrentes son un elemento importante, siendo el contexto mejor estudiado las personas afectadas por trastorno de estrés postraumático.
¿Influye la calidad de nuestro descanso en que tengamos más o menos sueños?
Es un tema interesante, aunque poco explorado. En teoría no influye, pero un dato relacionado con esto es que los sueños influyen en la calidad reparadora del descanso: tras experimentar una pesadilla, al despertarnos algunas de nuestras capacidades cognitivas están peor durante ese día.
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¿Cuáles son las principales consecuencias de un sueño de mala calidad para nuestra salud?
Dormir bien es esencial para la salud. Está muy comprobado que a largo plazo un sueño de mala calidad aumenta la mortalidad y, además, aumenta el riesgo de padecer múltiples problemas de salud, entre ellos muchos relacionados con la función cardiovascular o el metabolismo.
¿Piensa que cada vez dormimos peor, que tenemos un sueño de peor calidad?
A día de hoy somos una sociedad muy insomne, con mucha gente viviendo de manera crónica con un descanso insuficiente. Y, lo que es peor, no tiene pinta de que la situación vaya a ir a mejor salvo que se tomen medidas sociales.
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¿Qué factores pueden estar influyendo en ese aumento de las cifras de insomnio?
Hay varios problemas estructurales. Por un lado, las jornadas laborales demasiado prolongadas obligan a desplazar al horario nocturno el ocio, la gestión de tareas del hogar, tiempo con la familia, entrenamiento físico, etc. y eso interfiere con el sueño. Tampoco ayuda el uso masivo de dispositivos electrónicos, la excesiva contaminación lumínica y acústica en las ciudades, etc.
Y, por otro lado, tengo la sensación de que no se está tratando de manera óptima a las personas afectadas por insomnio. ¿A cuántas personas conocemos que al ir al médico por problemas de insomnio le han recetado medicación?, ¿y a cuántas le han derivado al psicólogo? No hay que estigmatizar el uso de fármacos, que pueden llegar a ser vitales, pero resulta que el primer tratamiento recomendado para ayudar a alguien con problemas de insomnio no es farmacológico, sino psicológico. La destrucción sistemática de la sanidad pública está llevando en muchos casos a una atención sanitaria deficitaria, y este es solo un ejemplo.
¿Hay remedios naturales que pueden ayudarnos a dormir mejor?
Hay cosas que podemos hacer para dormir mejor, pero lo primero es descartar problemas de salud, así que es importante en caso de padecer problemas del sueño consultar con un médico para asegurarse que la causa no es un problema de salud subyacente. Aclarado esto, hay varios frentes que podemos abordar para ayudarnos a conciliar mejor el sueño: horarios regulares de levantarnos y acostarnos, evitar el consumo de alcohol (especialmente varias horas antes de irnos a la cama), no realizar actividades deportivas poco antes de irnos a dormir… son algunos de los puntos clave. Como también lo es evitar el uso de pantallas cerca de la hora de irnos a dormir, ya que estas inhiben la producción de melatonina, la cual es una de las moléculas clave en temas del sueño.
¿Qué se va a encontrar el lector en su libro '¿Por qué soñamos?'?
Un libro escrito con un lenguaje sencillo donde, sin abandonar el rigor científico, se aborda el descanso y el sueño: desde los temas más llamativos como los sueños lúcidos, pesadillas,… a la relación del descanso y la salud, qué sabemos del insomnio, si la siesta es buena o mala y qué podemos hacer para dormir mejor.