Ingredientes
- 200 g chocolate blanco
- 4 ud huevos
- 60 g harina de repostería
- 120 g mantequilla con sal
- 50 g azúcar glas
Preparación
- Dividimos el chocolate blanco en 100 gramos para fundir y otros 100 gramos troceados para añadir enteros al 'coulant' antes de meterlo en el horno.
- Mezclamos los huevos con el azúcar y removemos hasta que queden bien batidos e integrados.
- Fundimos los 100 gramos de chocolate blanco junto con la mantequilla, en el microondas o al baño María. Si lo hacemos en el microondas, calentamos el chocolate en un recipiente durante 30 segundos a máxima potencia y removemos luego, calentando siempre de 30 en 30 segundos hasta que quede completamente fundido. Deja que se enfríe y que repose unos minutos.
- Tamizamos la harina para evitar que se nos formen grumos y la vamos añadiendo, poco a poco, a la mezcla de azúcar, huevos, mantequilla y chocolate blanco. Movemos bien con una espátula, realizando movimientos envolventes hasta que nos quede una crema homogénea.
- Forramos con mantequilla y harina los moldes que vamos a utilizar para evitar que el 'coulant' se nos pegue. Troceamos en cuadraditos los 100 gramos de chocolate blanco restantes, para añadir uno a cada molde.
- Vertemos la crema en los moldes, rellenándolos hasta 1/3 de cada uno. Agregamos el trocito de chocolate ahora y añade un poco más de masa, procurando no llegar al máximo de la capacidad del molde (con la cocción hay que tener en cuenta que el postre crecerá).
- Guardamos los moldes en el congelador durante al menos una hora antes de cocinarlo. Así, conseguiremos una mayor consistencia final.
- Con el horno precalentado a 180 ºC, introducimos los moldes y horneamos durante 12-15 minutos. Estará listo una vez que veamos que se levanta un poco, pero procurando no pasarnos de cocción, pues el interior debe quedar líquido. Los sacamos del horno y cortamos el horno con una tijera, para mover el dulce lo menos posible.