Eugenia Martínez de Irujo

Grande de España y duquesa de Montoro pero, más que nada, una hija de su generación que nunca encajó en la rigidez del protocolo de la clase a la que pertenece. Mujer de espíritu emancipado que fue amamantada por los ideales de libertad y la pasión de vivir de su madre. Aristócrata por título y nacimiento, pero nunca por haber ejercido en la práctica como tal. Solidaria, dulce, tímida a raudales, coqueta, femenina, fuerte y nada rencorosa. Una mujer de rompe y rasga. Una joven noble que ha impuesto a su condición una forma diferente de existir.

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Horóscopo : Sagitario

Eugenia Martínez de Irujo, cuyo nombre completo es María Eugenia Brianda Timotea Cecilia Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, es la menor y única mujer de los seis hijos que tuvo Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba, junto a su primer marido Luis Martínez de Irujo y Artázcoz y ostenta el título de XIII duquesa de Montoro,​ grande de España.

La sexta hija de Cayetana de Alba y Luis Martínez de Irujo

Fue una niña muy deseada, la princesa de la casa entre tantos chicos y aunque algunos de ellos eran ya muy mayores para prodigarse en mimos, vio compensada la ausencia de un padre, quien falleció cuando era tan solo una niña, con la protección y el cariño que nunca le regatearon en su familia. "La diferencia de edad entre nosotros -su hermano mayor le saca 20 años- me llevó a jugar especialmente con Cayetano y Fernando. Pero más con Cayetano. Fue el padre que no tuve y yo le profesaba un gran respeto. Sobre todo con las notas"

Más preocupada por vivir y sentir, a Eugenia nunca le gustó alardear de sus posesiones y títulos y, para que no quedara ninguna duda, se rodeó siempre de gentes sencillas. Sus amores, persistentemente, toreros. Sus mejores noches, bajo un cielo de estrellas escuchando y bailando flamenco. Sus tesoros, objetos de bajo coste y alto valor sentimental.

La niña de los ojos de la duquesa de Alba siempre se distinguió por envolverse, para cualquiera de sus apariciones, con un cierto aire hippie, con un toque de sofisticado desenfado y por marcar, también, con su estilo tan personal, una forma de ser y vivir muy diferente a la que defienden otras jóvenes de similar condición.

Su boda con Francisco Rivera y la llegada de su hija Tana

La duquesa cambió su existencia palaciega, pues vivía a caballo entre el palacio de Liria (Madrid) y el de Dueñas (Sevilla), por una finca ganadera, 'La Pizana'. Allí, lejos de los oropeles y del esplendor que siempre ha distinguido a su familia, la duquesa de Montoro vivió feliz con su marido, el torero Fran Rivera con el que contrajo matrimonio el 23 de octubre de 1998 ante 1.400 invitados en Sevilla- y su hija, Cayetana Rivera,a quien todo el mundo llama cariñosamente 'Tana', nacida un año después de la boda.

Su separación y su relación con Gonzalo Miró

Después de numerosos rumores, la pareja, de mutuo acuerdo, decidió romper su matrimonio a principios de marzo de 2002. Tras este matrimonio fallido, Eugenia se dedicó de lleno al cuidado de su hija y a sus compromisos profesionales. Rodeada de sus amigos más íntimos, Eugenia, vivió sus meses de soltería disfrutando al máximo de su tiempo libre. Un tiempo que acabó ocupando en agosto de 2005 cuando el amor volvió a llamar a su puerta. Se trataba del periodista Gonzalo Miró, hijo de la fallecida directora Pilar Miró, y a pesar de su diferencia de edad que les separaba, él es 13 años más joven que la duquesa de Montoro, ambos vivieron una bonita historia que se fue forjando a base de sol y playa en la isla de Ibiza.

Eugenia volvió a creer en el amor y tras presentar a su 'chico' a la Duquesa de Alba, hizo pública su relación, convirtiéndose Gonzalo en su alma gemela y aunque su complicidad era más que evidente, su diferencia de edad y sus inquietudes acabaron separándoles. Primero se dieron un tiempo de reflexión en julio de 2007 para volver a juntarse en noviembre. Este respiro dio sus frutos y en noviembre de 2007 ambos decidieron retomar su noviazgo, un noviazgo que acabaría cayendo por su propio peso en mayo de 2009. En este difícil momento para ambos, la hija de la Duquesa de Alba puso tierra de por medio y se marchó a Miami para refugiarse en casa de una amiga.

Tras su vuelta a España, la duquesa de Montoro se centró en sus compromisos laborales, colaborando con la firma Tous diseñando sus propias joyas e incluso se animó a crear su propia línea de kimonos y abanicos, la cual dio lugar años después a una colección de papelería.

La muerte de su madre

Sin embargo uno de los peores momentos de su vida estaría por llegar, la muerte de su madre, el 20 de noviembre de 2014 a los 87 años en su palacio sevillano de Dueñas. Era la primera persona que se me iba siendo yo consciente. Me quedé en 37 kilos, no podía comer. Se me vino el mundo encima" confesaba Eugenia meses después de la pérdida de quien era su gran confidente.

Su historia de amor con Narcís Rebollo

En el verano de 2015, la duquesa de Montoro mantuvo un romance fugaz con el actor José Coronado. Sin embargo, no sería hasta un año más tarde cuando la hija de la duquesa de Alba se enamoraría perdidamente del empresario catalán Narcís Rebollo, presidente de Universal Music España y Portugal, con el que contrajo matrimonio en una divertida ceremonia celebrada en Las Vegas el 17 de noviembre de 2017.

“Para mí ya me he casado. Para mí es mi marido. No tengo ninguna necesidad ni de hacerlo por la Iglesia ni que me firme ningún papel... no me hace falta hacerlo tan formal. Para mí lo es, y punto. El día que nos apetezca a él y a mí haremos un fiestorro con nuestros amigos y ya está” comentó Eugenia sobre este original “sí, quiero’ en el que como manda la tradición él iba vestido de Elvis Presley y ella de Marilyn Monroe.

Tras la muerte de su madre y su consiguiente boda con Narcís, la duquesa de Montoro ha mantenido un perfil bajo, centrada en su familia, en su trabajo y en exprimir como digna sucesora de la inolvidable duquesa de Alba, cada instante de su vida.