Kate Middleton ha vuelto a dirigirse de forma personal a la ciudadanía para actualizar cuál es su estado de salud dos meses y medio después del vídeo con el que anunció su diagnóstico de cáncer. Con un tono sereno, cauto y muy realista, asegura que está "progresando bien", aunque el camino aún es largo, y ha confirmado lo que muchos esperaban: su reaparición pública en el Trooping the Colour, una de las grandes citas institucionales de la Monarquía británica. Por primera vez cuenta cómo está viviendo el tratamiento de quimioterapia preventiva al que se está sometiendo y cómo afronta los altibajos habituales en este proceso. "En los días que me siento lo suficientemente bien, es una alegría participar en la vida escolar", ha asegurado consciente también de la importancia de ser paciente cuando le vence la incertidumbre. A continuación, reproducimos el contenido íntegro de su mensaje:
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Esta fotografía, firmada por Matt Porteous, ha sido tomada a principios de esta semana en Windsor
He quedado impresionada por todos los amables mensajes de apoyo y ánimo que he recibido en los últimos meses. Realmente han significado mucho para Guillermo y para mí, y nos han ayudado a superar algunos de los momentos más difíciles.
Estoy progresando bien, pero como cualquiera que esté pasando por quimioterapia sabe, hay días buenos y días malos. En esos días malos te sientes débil, cansado y tienes que ceder a la necesidad de descansar. Pero en los días buenos, cuando te sientes más fuerte, quieres aprovechar al máximo el sentirte bien.
Mi tratamiento continúa y lo hará por unos meses más. En los días que me siento lo suficientemente bien, es una alegría participar en la vida escolar, dedicar tiempo personal a las cosas que me dan energía y positividad, así como empezar a trabajar un poco desde casa.
Estoy deseando asistir al Desfile de Cumpleaños del Rey este fin de semana con mi familia y espero poder participar en algunos compromisos públicos durante el verano, aunque también sé que aún no estoy fuera de peligro.
Estoy aprendiendo a ser paciente, especialmente con la incertidumbre. Tomando cada día como viene, escuchando a mi cuerpo y permitiéndome tomar este tiempo tan necesario para sanar.
Muchas gracias por la continua comprensión y a todos los que de forma tan valiente habéis compartido vuestras historias conmigo.
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Ha acompañado estas palabras de una imagen tomada por el fotógrafo Matt Porteous a principios de esta semana en Windsor, donde se sitúa su residencia de Adelaide Cottage. Es la primera vez que la vemos desde el vídeo con el que anunció su enfermedad. En esta ocasión, ha elegido un plano general en el que el exuberante paisaje cobra especial protagonismo y ella, junto a un árbol, parece contemplarlo pensativa. Con unos sencillos vaqueros, camiseta blanca y americana, la Princesa posa con la misma serenidad que se desprende de su comunicado.
Desde que comenzara su convalecencia a mediados de enero, las especulaciones no han dado tregua a lo largo del duro proceso que empezaba y que aún enfrenta. Las atajó entonces con un vídeo personal en el que comunicaba su enfermedad y el tratamiento al que se iba a someter. Desde entonces, solo el príncipe Guillermo ha dado alguna pincelada sobre cómo se encontraba cada vez que alguien le preguntaba en algún acto por su mujer. "Está bien", solía contestar sin entrar en más detalles. Con el anuncio anterior las especulaciones solo se apaciguaron, pero de nuevo la falta de noticias dio impulso a la máquina de los rumores. Ha sido otra vez ella, en primera persona, la que ha anunciado las novedades en su evolución.
La última vez que vimos a Kate Middleton en un acto público fue en la pasada misa de Navidad en Sandringham junto a toda la familia hace medio año. Menos de un mes después, Kensington informó de que la Princesa había sido sometida a una operación abdominal que la mantendría de baja hasta después de Semana Santa. Fue un comienzo de año horribilis para los Windsor ya que apenas unas horas después Buckingham anunció que el Rey debía ser operado, en su caso de la próstata. Empezaba así un periodo de incertidumbre que no ha dado demasiados respiros teniendo en cuenta que solo dos semanas después se informó de que Carlos III padecía cáncer. Entre tanto, poco o nada se sabía del estado de la princesa de Gales y su reaparición en una fotografía -que después admitió haber retocado- junto a sus hijos con motivo del Día de la Madre no hizo más que empeorar las cosas y abrir una crisis institucional en un momento de especial fragilidad para la Corona. Fue entonces cuando Kate cogió las riendas anunciando ella misma que, como el monarca, también se enfrentaba a un cáncer.
El año 2024 arrancó poniendo las cosas muy difíciles a los Windsor, pero la segunda mitad llega con visos de optimismo, a pesar de la extrema prudencia que requiere la situación por la que atraviesan ambos. El Rey retomó su agenda hace un mes y medio y, aunque continúa con el tratamiento y aún no está a pleno rendimiento, la imagen que proyecta es de un retorno paulatino a la normalidad. Ahora es Kate la que poco a poco se prepara para regresar a la vida pública, aunque sea de manera esporádica y siempre sujeta al consejo médico. No ha escondido ni camuflado la realidad a la que se enfrenta: "Hay días buenos y días malos. En los malos te sientes débil, cansada, y en los buenos quieres aprovechar al máximo el sentirte bien". Y al fin este díficil proceso le permite unirse a la familia real en un acto que, sin que requiera demasiado movimiento ni contacto con multitudes, está cargado de simbolismo.