En líneas generales, los perros, que se caracterizan por ser seres juguetones y curiosos por naturaleza, son susceptibles a una variedad de parásitos que pueden habitar en su entorno y atacar su organismo. Pero, ¿cuáles son las razas caninas que pueden ser más propensas a contraer parásitos? Como parece obvio, se encuentran aquellas que tienen pelo largo o denso, como pueden ser los collies, el pastor alemán y los golden retrievers. La razón es clara: su pelaje proporciona un ambiente propicio para la proliferación de parásitos externos, entre los que se encuentran pulgas o garrapatas.
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Cómo se contagian
Como anticipábamos, ya de por sí, los perros, por su estilo de vida activo y explorador, están constantemente expuestos a una amplia gama de riesgos parasitarios. Pueden estar en contacto con otros animales infectados, pero, además, también pueden ingerir alimentos contaminados o explorar áreas exteriores donde los parásitos pueden habitar. Todo ello hace que los perros se enfrenten a múltiples vías de contagio.
Qué problemas causan los parásitos
Sin duda, la presencia de parásitos en nuestros perros tiene consecuencias importantes, que implican que tengamos que acudir a la consulta del veterinario para ponerles solución. “Desde enfermedades cutáneas como dermatitis y alopecia, hasta problemas digestivos graves como la giardiasis y la teniasis. Los parásitos pueden causar un amplio espectro de problemas de salud que afectan tanto el bienestar físico como emocional de los animales”, nos comenta Nuria Gómez, experta veterinaria de Clinicanimal, la red de centros veterinarios de Tiendanimal.
Pero es que, además, algunos parásitos son portadores de enfermedades que también pueden afectar a los seres humanos. Esto implica que tratemos de mantener a nuestros animales de compañía libres de estos intrusos indeseables.
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¿Qué podemos hacer?
Sin duda, toca ponerse manos a la obra, y la desparasitación regular emerge como una medida esencial para garantizar la salud y el bienestar de nuestros queridos compañeros. Cuando se implementa un programa de desparasitación adecuado, los dueños de los animales no solo protegen su salud, sino que también promueven un entorno más seguro y saludable para toda la familia. Hay que optar entre antiparasitarios internos y externos. Ambos son complementarios y fundamentales para cuidar de la salud de nuestros animales de compañía.
- Los internos cumplen como misión prevenir y eliminar los parásitos que residen en el interior del organismo del animal, se suelen administrar por vía oral o inyectable en forma de comprimidos, pastas o líquidos. En este aspecto hay que realizar controles periódicos al veterinario para determinar el calendario de desparasitación interna que dependerá de la edad del animal, si sale a la calle o no, y de su contacto frecuente con otros animales.
- En el caso de los antiparasitarios externos, se emplean para combatir los parásitos que viven de forma externa en el cuerpo de los animales, que se suelen manifestar a través de molestias, picazón, irritaciones en la piel, reacciones alérgicas o similares. La forma de empleo de estos antiparasitarios es directamente sobre la piel o el pelaje y su presentación es muy variada; collares, pipetas, aerosoles o espráis o champús, siempre con las pautas que indique el veterinario. “Los repelentes no se deben confundir con antiparasitarios porque no lo son en ningún caso”, matiza Ramírez.
Teniendo todo esto en cuenta, debemos tener presente que la desparasitación de perros no es simplemente una opción, sino que se trata de una responsabilidad que todo dueño de animales de compañía debe asumir. Al priorizar el cuidado preventivo y tomar medidas proactivas para proteger a nuestros amigos de cuatro patas de los parásitos, estamos invirtiendo en su salud y felicidad a largo plazo, fortaleciendo así el vínculo único que compartimos con ellos.