Victoria de Suecia

Nació en Estocolmo el 14 de julio de 1977 -siempre bromea con la fecha de su nacimiento por coincidir ésta con la toma de la Bastilla- y es la hija primogénita de Carlos Gustavo de Suecia y la reina Silvia.

Desde su nacimiento y, de acuerdo a la nueva acta de sucesión redactada en 1979, es Victoria y no su hermano varón, Carlos Felipe, la que ostenta el título de princesa heredera. Vino al mundo cuando en palacio todos esperaban el ansiado varón y trajo consigo la noticia -los médicos lo determinan así- de que su madre, la reina Silvia, ya no podrá tener más hijos. Ante el grave problema que este hecho planteaba en el orden sucesorio, el Gobierno se apresura a abolir la Ley Sálica para que la pequeña niña pueda, un día, convertirse en Reina de Suecia.

Dos años después, sin embargo, la Reina vuelve a quedarse embarazada y da a luz al príncipe Carlos Felipe. Entonces, el Rey comunica que el varón será su heredero y que éste tiene unos derechos que nadie puede obviar. El Parlamento sueco se niega a reconsiderar su decisión y Victoria Ingrid Alice se convierte, según la ley de sucesión de 1980, en princesa heredera de Suecia. Un país industrializado y rico con 90.000 lagos, idílicos paisajes, largas costas, inmensos bosques, parques y sierras. Un país pacífico, con un altísimo nivel de vida y gran preocupación por el medio ambiente.

Admirada y valorada por sus conciudadanos, Victoria se convertirá en la cuarta reina de Suecia en el momento de la abdicación su padre, el rey Carlos Gustavo, después del reinado de Margarita, Christina, y Ulrika Eleonora, y por ahora la única mujer Heredera al trono en todo el mundo.

Bautizada bajo el nombre de Victoria el 27 de septiembre de 1977 en honor a su tatarabuela, Victoria de Baden, la reina consorte de Suecia, esposa del rey Gustavo V, la futura Heredera al trono sueco contó con varios padrinos de excepción entre los que figuraban el rey Harald V de Noruega, su tío materno, Ralf Sommerlath, la Reina Beatriz de los Países Bajos, y su tía, la Princesa Désirée y la baronesa Silfverschiöld.

Su educación ha sido cuidada al milímetro porque desde el momento de su nacimiento se convirtió en el centro de interés de su país. Victoria asistió a una escuela pública donde cursó sus estudios primarios hasta 1996, momento en el que tras graduarse continuó su formación en la Université Catholique de l'Ouest de Angers en Francia al que le siguió un programa especial de trabajo en el Parlamento sueco. Durante los años 1998-2000, la Princesa residió en Estados Unidos donde estudió diferentes asignaturas en la Universidad de Yale en Connecticut.

Una vez finalizados sus estudios en Norteamérica, Victoria de Suecia puso todo lo aprendido en práctica y entre otras competencias trabajo en las Naciones Unidas en Nueva York, en la Embajada de Suecia en Washington DC, estudió la resolución de conflictos y mantenimiento de la paz internacional en el Colegio Nacional de Defensa de Suecia y completó su formación con un programa de estudio en el Organismo Sueco de Desarrollo Internacional (ASDI).

Asidua a numerosas conferencias y seminarios Victoria, dejo de lado por unos días su papel de Princesa para vivir como una soldado más durante tres semanas en una simple tienda de campaña con un grupo de 43 alumnos que deben prepararse militarmente para servir al país en el extranjero en el cuartel de Swedint. Un enclave en el que la Heredera al trono recibió formación como soldado y fue tratada, como al resto de sus compañeros, sin ningún tipo de distinciones. Una formación más que dejo patente la imparable y absolutamente ejemplar carrera de la Princesa sueca.

Una impecable trayectoria que tuvo su día más grande el 14 de julio de 1995, fecha en la que la Princesa cumplía su mayoría de edad y juraba lealtad al Rey y a la Constitución, en el Salón de Estado del Palacio Real de Estocolmo, con un cuidado discurso en el que asumió de forma oficial su rango de Princesa heredera. Tras esta celebración, Victoria no ha dejado de festejar junto a los suyos esta fecha coloreada en rojo en el calendario y junto a su familia han bautizado a este día como el Día de la Victoria.

Como heredero al trono, la Princesa de la Corona es un miembro activo de la Familia Real sueca y por ello cuenta con su propia agenda de compromisos oficiales, a la vez que se ha convertido en el mejor apoyo de su padre, así como una gran anfitriona de la cultura y gastronomía sueca en numerosos países a los que acude en calidad de Princesa. Su primer viaje lo realizó a Tokio en 2001 y ese fue el primero de una larga lista de países.

Pero no todo en la vida de Victoria ha sido estudiar y viajar sino que también ha dedicado parte de su tiempo a ayudar a los demás. Victoria creó en 1997 la Fundación Princesa cuyo objetivo principal es proporcionar apoyo para el ocio y actividades recreativas para niños y jóvenes con discapacidades funcionales o enfermedades crónicas.

El corazón de la Princesa

Inmersa en su educación como futura Heredera al trono, el corazón de la Princesa tan solo ha sido conquistado en dos ocasiones, una por Daniel Collert, compañero de Universidad y gran amigo de Victoria allá por el año 1998 y Daniel Westling, con el que contraerá matrimonio el 19 de julio de 2010.

Victoria y Daniel se conocieron en el año 2002 cuando ejercía de entrenador personal en el gimnasio Master Training, uno de los más famosos del país y donde la Princesa se matriculó animada por su hermana, la princesa Magdalena. Sin embargo su relación no se hizo pública hasta el verano de 2003 momento en el que Victoria se dejo ver en publico junto a Daniel en un concierto.

Una vez confirmado su noviazgo la relación se fue consolidando día a día y Westling ha estado realizando un cambio de imagen, más acorde con el que se espera de un Príncipe consorte de Suecia, y paralelamente cursos sobre protocolo y de inglés para poder estar a la altura de la futura Reina de Suecia a la que dará el ‘si quiero’ en la Catedral de San Nicolás de Estocolmo inaugurada en 1306.