François Pinault

La adquisición del grupo Gucci le llevó a enfrentarse a uno de los hombres más poderosos del mundo, Bernard Arnault. Sin embargo, ha conseguido mantener su prestigio y ser uno de los todopoderosos del mercado del lujo.

Está considerado como uno de los hombres más ricos del mundo. De hecho, lidera uno de los imperios del lujo más importantes del mercado de alto poder adquisitivo: Pinault-Printemps-Redoute (PPR).

Veterano de la guerra de Argelia, este francés, nacido en 1936, comenzó a hacer fortuna reflotando pequeñas fábricas de muebles, puertas y ventanas. Su expansión llegó con la compra de las firmas Printems y La Redoute. Poco después ampliaría su negocio adquiriendo numerosas empresas como, por ejemplo, FNAC, Christie"s, Samsonite y Conforama.

Su adquisición más destacada fue la de casa Gucci. La compra de este grupo le llevó a protagonizar un sonado enfrentamiento con su rival en el mercado del lujo, el francés [Bernard Arnault]. Éste, propietario del imperio LVMH (que incluye, entre otras, a las firmas Dior, Louis Vuitton, Kenzo, Donna Karan, Christian Lacroix y Fendi), acusó a Pinault de haber adquirido ilegalmente acciones de la firma en 1999.

Este hecho llevó a ambos magnates del lujo a los tribunales de Ámsterdam. Finalmente, la paz llegó cuando Arnault puso a la venta las acciones del grupo Gucci que aún tenía en su poder, lo que permitió a Pinault quedarse con el 70% de esta firma.

En el negocio de la moda, Pinault ha tenido un aliado imprescindible en el modisto [Tom Ford], director artístico de Gucci y diseñador de prêt-à-porter de [Yves Saint Laurent], gracias al cual ha multiplicado su inmensa fortuna.

Una vida de lujo
Millonario de nacimiento, François Pinault está casado en segundas nupcias con Maryvonne Campbell, marchante de Arte, y tiene cuatro hijos que, sin duda, serán los herederos de todo su imperio. Este francés puede estar orgulloso de tener en su poder prestigiosas obras de arte de pintores como Picasso, Chillida o Pollock. Aunque estas pinturas las conserva en su castillo de La Mormaire, ha comprado unas antiguas fábricas de la firma automovilística Renault para convertirlas en museo.