"Nos casamos el 14 de mayo de 2022 en la parroquia de Santa Cruz, en Andoain (Guipúzcoa). Ibai es de Getxo y yo de Andoain, y hace cuatro años decidí mudarme a Getxo para empezar una vida en común", nos cuenta la propia Ane.
"Ya que yo había dado el paso de irme a vivir allí, tenía muy claro que cuando nos casásemos sería en mi pueblo. Además, mis padres se casaron hace casi 34 años en la misma parroquia. Es una parroquia pequeña y acogedora, era perfecta. Celebramos la boda en Abeletxe, una finca ubicada en Zizurkil. Fuimos a visitarla con más de un año de antelación y pese a que ese día llovía muchísimo, y todo gana cuando sale el sol, supimos que era el sitio perfecto para celebrar nuestro día".
"Ibai y yo nos conocimos estudiando las carreras en Donosti arquitectura y enfermería, llevamos casi 11 años juntos y vivimos en Getxo desde hace cuatrro años. Nos encanta viajar y sobre todo, disfrutar con de todos los momentos que pasamos con nuestros amigos".
"Nos prometimos en enero de 2021, un día antes de que decretaran el confinamiento municipal en Euskadi, por lo que no pude contárselo a mis padres hasta pasados dos meses, cuando por fin pudimos vernos (contar una noticia así por teléfono me daba mucha pena, y aunque me costara un gran esfuerzo, lo mantuve en secreto. Nadie salvo nosotros sabía que nos casaríamos el año siguiente)".
"Me regalaron los zapatos mis primas Nerea y Miren. Unas sandalias de Aquazzura que me encantaron. Al principio dudé si sería buena idea ponerme sandalias en mayo siendo la boda en el norte, pero menos mal que me decidí, ¡porque ahora que veo las fotos me encantan todavía más!"
No hemos tenido que modificar nada. Nos planteamos organizar la boda pensando en positivo, pese a que en ese momento todavía hubiera muchas restricciones (cuatro comensales por mesa, aforo limitado…) la organizamos como si la situación volviera a la normalidad.
"Quizás fue algo arriesgado, pero viendo lo bien que salió todo, fue un acierto. No me quiero imaginar lo difícil que ha tenido que ser ir adaptándose a cada una de las medidas semanalmente para las parejas que se casaron el 2020 y 2021".
"Quería un maquillaje natural y un peinado con el que no me viera disfrazada. No tenía nada claro como quería llevar el pelo hasta el día de la prueba. Me encantó el detalle de incorporar paniculata al peinado".
"Para verme bien necesitaba tomar un poco el sol. Decidí irme a Gran Canaria una semana, 10 días antes de la boda, y mi madre no dudó en unirse a mí. Se lo recomendaría a todas, una semana de madre e hija en la playa previo a la boda, ¡un planazo!".
"Lo más importante al elegir un vestido de novia es estar cómoda, que de verdad sea el estilo de una misma hace que ese día nos sintamos seguras y disfrutemos al máximo".
"Cuando salimos de la iglesia me esperaban mis amigos de 'euskal dantza' de toda la vida fuera para bailarnos “agurra” y en ese momento Ibai se separó de mí y se unió a ellos dejándome sola en la puerta de la iglesia. A mí casi me da un infarto, él nunca había bailado y luego me enteré de que había estado yendo a ensayar sin contarme nada, ¡fue muy bonito!".
"Hizo un día buenísimo, incluso demasiado calor, siendo mayo en el norte llegamos a los 28 grados. Durante la comida, hizo galerna, desde dentro veíamos como salía todo volando y llovió muchísimo. Esto duró aproximadamente una hora, y después paró y pudimos volver a salir a bailar al exterior. Los invitados que venían de fuera alucinaban, el tiempo en el norte es impredecible".