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La noche de MasterChef fue del todo inesperada después de que una de sus concursantes decidiera abandonar de manera voluntaria el concurso. En la entrega anterior los comentarios de Tamara fueron muy criticados por los jueces, pues la concursante manifestó que no tenía intención de cambiar su vida para dedicarse a la cocina sino que estaba ahí para vivir la experiencia, algo que no gustó a Jordi Cruz. No fue expulsada y continuó en el concurso, que sorprendentemente ha terminado abandonando por propia voluntad. Se suma su marcha a la expulsión que ocurre en cada entrega que en este caso ha costado el delantal a David.
La primera prueba se cocinó en parejas. Se trataba de elaborar una pizza vegetariana con una base de hortalizas con la que triunfaron Pilar y Gonzalo y María y Alberto. El resto no tuvo tanta fortuna e incluso elaboraron algo que no se parecía a la pizza que había pedido el jurado. Los mejores de la prueba fueron María y Alberto que capitanearon la prueba de equipos en Tenerife. Con María cocinaron Celeste, Pulga, David, Maicol y Gonzalo, mientras que con Alberto lo hicieron Tamara, Jose, Samya y Pilar. Hicieron un menú de dos platos firmado por el chef Borja Marrero, un chef de mucho talento y muy reconocido en la isla.
Cuando estaba avanzado el proceso hubo un cambio de capitanes, a quienes obligaron además a entregar un delantal negro al aspirante que peor estaba trabajando. María se lo entregó a Samya porque contradecía sus órdenes, lo que no gustó nada a la aspirante que se negó a ponérselo. La discusión fue subiendo de tono y la capitana la finalizó diciéndole que "tenía cosas más importantes que hacer" que discutir con ella. Alberto se lo entregó a David, que no puso problemas a ponérselo. Los jueces valoraron negativamente la pelea entre Samya y María, pidiéndoles que aprendan a mantener el autocontrol. "La prueba de Samya no era merecedora del delantal negro" concluyeron. Elogiaron además la actitud de David que, aun con delantal, lo hizo bien.
Pulga, David, Alberto, Samya, Celeste, Maicol y Gonzalo llegaron a la prueba de eliminación para defender su puesto, pero entonces llegó la primera sorpresa de la noche. Tamara, que tenía el delantal blanco, comunicó su decisión de marcharse. "Hay momentos en los que he disfrutado mucho, pero hay momentos en los que me he sentido más y menos cómoda. Con la situación, la experiencia en general... Aquí entre mis compañeros muchos se lo merecen más. Y no me veo en la final así que me voy. Me despido voluntariamente" dijo ante el asombro de sus compañeros. Aclaró que no está a gusto y que los nervios y la presión la están superando. "Te están haciendo preguntas y yo no te haría ninguna, te diría 'muy bien, chao'. Le has quitado la oportunidad a gente, claro que sí" dijo Jordi Cruz enfadado.
"Me siento muy frustrada y no me apetece seguir en la misma dinámica en la que no estoy bien. Es más importante estar bien yo, que decepcionaros a vosotros, con todo el cariño del mundo, lo siento muchísimo" concluyó. Jordi le dijo: "Muy bien chao, su delantal, su puerta". Con la tensión del momento los delantales negros tuvieron que cocinar un postre ayudados por los creadores de las recetas: Roberto Bosquet, Paula Monreal, Verónica Sánchez, Inés Basterra, Álex Chía, Patricia Tena y Oriana Severino. El elegido para abandonar el talent fue David, que ha sido cuestionado a lo largo del programa por sus controvertidas declaraciones.
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