Familiar, confortable, acogedora… Pero también elegante, original, diferente. En una casa en la que hay niños pequeños correteando por todas las habitaciones existen ciertas prioridades, sobre todo en materia de seguridad. Pero una vez te hayas asegurado de que tu casa es un entorno amable y seguro para ellos, ¿por qué no dar rienda suelta a tus deseos de interiorismo? No abandones tu pasión por el diseño y decora tu casa con estilo propio.
Tu casa después del 'tsunami'
Seguro que lo has oído muchas veces: un niño te cambia la vida. Y esa afirmación es absolutamente cierta. Sin embargo, no tiene por qué desaparecer tu interés por decorar tu casa, por querer que sea especial.
Es cierto que durante un tiempo las necesidades de tus vástagos serán la prioridad. Tendrás que retirar ciertos muebles y elementos que puedan suponer un riesgo para ellos, pero poco a poco puedes hacer que los espacios vuelvan a destilar elegancia y estilo, tu propio estilo.
A pesar de ello, hay ciertas concesiones que tendrás que hacer en cuanto a la elección de materiales y muebles, pero no por ello tu casa tiene que parecer una escuela infantil, con colores chillones y juguetes por todas partes, ¿no crees?
Una de las claves para lograrlo empieza por instaurar y mantener el orden, algo que cuando hay niños se complica bastante. Consíguelo poniendo en práctica algunos de los trucos que hoy te contamos.
Leer: 12 ideas inspiradas en el reino animal para decorar la habitación de los niños