Durante la primavera los mostradores de las fruterías comienzan a adquirir colores propios de los meses más cálidos del año. Entre ellos destaca de forma especial ese rojo intenso de las fresas (fresones, deberíamos decir), pura golosina natural que podemos convertir en ingrediente de numerosos postres y bebidas.
Pero también las fresas pueden ser producto estrella de recetas saladas. Funcionan especialmente bien, por ejemplo, en universo de las ensaladas. Su dulzor ofrece un contraste de sabor muy interesante en este tipo de platos.
En este sentido, hace muy buena combinación con verduras como la rúcula o el pepino, también con algunos quesos… A continuación mostramos algunas ideas por si te apetece sumar las fresas en tus ensaladas de primavera y no sabes muy bien por dónde empezar. Para acceder a su modo de elaboración solo tienes que clicar sobre sus nombres.
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