El elevado coste, son más caros que las bandejas tradicionales y, además, se debe contar con los gastos incluidos de mantenimiento, y reposición de elementos como las bolsas de basura, las piezas que se necesiten etc.
Mantenimiento, se deben limpiar regularmente además de desinfectarlos asiduamente. Puesto que, si no lo haces de manera regular, la suciedad puede quedarse impregnada en el fondo causando malos olores.
Ruido, algunos modelos hacen ruido cuando están en funcionamiento. Estos estímulos pueden asustar a los gatitos de primeras lo que puede hacer que no quieran entrar dentro del nuevo arenero.
Espacio, son un artículo grande y con un gran volumen a diferencia de las cajas de arenas tradicionales como las conocemos. Debes disponer de un lugar adecuado para poder dejar la caja y que, además, sea un lugar donde el gato se sienta seguro y cómodo para hacer sus necesidades.
Adaptabilidad del felino, los gatos son animales de rutina y a veces puede que les cueste un poco acostumbrarse al arenero o puede que no lo hagan. Hay que ser pacientes y constantes con ellos para que, el fin, sea que el arenero sea un lugar en el que se sientan cómodos.