Cuando llega el frío... ¡cómo apetece 'sorber' un ramen! Esta contundente sopa japonesa (de origen chino) es la versión asiática de nuestros pucheros o cocidos. Un plato único que se cocina lentamente para conseguir un caldo lleno de sabor que cada vez gusta más en España. ¿El secreto de su éxito? Es un plato económico, caliente, nutritivo y sabroso. Se toma en locales que recrean las izakayas o tabernas japonesas, sorbiendo sin remilgos los fideos (el sonido se llama “zuzutto” y significa "un gran disfrute del ramen"), pero también aparece en las mesas y barras de restaurantes de alta cocina, con versiones de autor muy originales.
Los ingredientes básicos del ramen son fideos chinos (de hecho, ramen quiere decir pasta estirada y se refiere estrictamente a los fideos), que se sirven en grandes boles de caldo de pollo, pescado, ternera, miso y soja, junto a verduras y otros toppings. El secreto de un buen ramen está en el caldo, cocinado con huesos de cerdo y ternera durante 12 horas o más a fuego lento.
Hay ramen de carne, pollo, cerdo, pescado, de vegetales… y los más importantes son el Shōyu o de salsa de soja, con un sabor inconfundible por la mayoría, contiene pollo, la salsa de soja y rayu (extracto de pimiento rojo con óleo de sésamo). El Tonkotsu o de huesos de cerdo, con carne de cerdo; el de Miso, a base de pollo mezclado con miso; y el Shio o sal, bastante básico y simple, con poco sabor. Para darle más sabor, se añaden Gu o toppings, salsas y especias: huevos hervidos, panceta de cerdo (chashu), verduras, nori, troncos de bambú, salsa picante y algún ingrediente secreto que cada cocinero elige para dar un carácter más personal a su ramen.