Es difícil cansarse de comer alitas de pollo. Tiernas y jugosas por dentro, crujientes por fuera. Sólo de pensarlo se nos hace la boca agua.
Alitas al ajillo, a la americana, estilo thai, tandoori, teriyaki, con salsa piri piri de Mozambique o agridulce china. Alitas fritas, alitas al horno, alitas a la barbacoa, a la parrilla o guisadas... Y, si nos lo proponemos, podemos seguir. Lo que sí está claro es que las alitas de pollo son un bocado popular en todo el mundo, que se pueden preparar de 1.001 formas, todas deliciosas. Y para muestra, estas 20 recetas increíbles de alitas de pollo que son perfectas para cualquier día pero como que en fin de semana apetecen mucho más. Reunirse con la familia o amigos y darse un auténtico festín de alitas. Son como las pipas, cuando empiezas no puedes parar. Pura adicción.
No te pierdas: Cómo conseguir que las alitas de pollo te queden siempre crujientes
Del pollo, la alita es la parte con menos carne, pero más sabrosa. Se divide en tres partes:
- La punta que generalmente se desecha porque tiene menos carne.
- La segunda falange, que cuenta con dos huesos y con una carne muy melosa.
- La primera falange, cuya forma es igual que el muslito, solo que más pequeño.
Solo salpimentadas, adobadas o glaseadas, como más ricas están las alitas de pollo es bien crujientes, por lo que se suelen cocinar fritas y al horno. Si quieres que te queden super crujientes sigue estos consejos y siempre te quedarán 'crunchy'.