1/12¿Te gustan las pipas? Además de uno de los snacks más 'entretenidos' y consumidos que hay, son fantásticas para incluirlas en platos de todo tipo. De calabaza o de girasol, son perfectas para dar un toque de sabor y de textura crujiente a las recetas más variadas. Y, además, su consumo nos beneficia de múltiples propiedades saludables. ¿Te apuntas?
Las pipas más populares son las de calabaza y las de girasol, semillas ambas que se suelen tostar y salar antes de comerlas, aunque también se encuentran crudas por si quieres tostarlas tú y agregarles todo tipo de condimentos.
Las pipas de girasol
De entre todos los frutos secos, las pipas de girasol son las que mayor cantidad aportan de vitamina E, ácido fólico, tiamina, ácido pantoteico y hierro. Protegidas por una cáscara veteada de colores negros, grises y blancos, dentro albergan un preciado fruto, con numerosas propiedades nutritivas.
España es un gran productor de pipas de girasol y Estados Unidos es uno de sus principales importadores, según datos de Pipas USA, la Asociación Norteamericana de pipas de girasol, que valoran su calidad, su competitivo precio y sus propiedades saludables.
La vitamina E es antioxidante que hidrata, nutre y aporta flexibilidad a la piel. A las pipas de girasol se les atribuyen propiedades beneficiosas contra el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las lesiones pulmonares, las cataratas, mejoran el sistema inmune del organismo, activan la formación de glóbulos rojos y actúan como vasodilatador y anticoagulante.
Se aconseja tomarlas crudas y sin sal para evitar que suban los niveles de sodio y aumente la tensión arterial. Y, aunque su poder calórico no es bajo, son perfectas para incluirlas de vez en cuando en ensaladas, cremas, postres, aperitivos, panes, repostería, etc.
Las pipas de calabaza
Son las semillas que hay dentro de las calabazas. Más anchas y grandes que las de girasol, con una cáscara de color beige, son ricas en ácidos grasos y antioxidantes, vitaminas y minerales, que nos ayudan al buen funcionamiento del corazón y el sistema nervioso. Aportan vitaminas A, B, C y D, además de minerales como fósforo, zinc, calcio, cobre, potasio, hierro y magnesio.
Las pipas de calabaza nos aportan triptófano, un neurotransmisor que ayuda al funcionamiento del cerebro, son una gran fuente de fibra dietética, de proteínas y, además, no contienen colesterol.
Tostadas o crudas, suelen incorporarse a sopas, cremas y ensaladas, pero también se añaden a panes, bizcochos, galletas, pasteles, tartas, etc y caramelizadas son perfectas para preparar crujientes barritas energéticas, mezclar con yogur y/o frutas o ponerlas dentro de smoothie bowls con otros ingredientes.
Recetas con pipas de calabaza y pipas de girasol
Aprovecha todo el potencial de las dos variedades de pipas para beneficiarte de sus propiedades saludables y da rienda suelta a su uso en la cocina. Para que te inspires, te dejamos 8 propuestas saladas y 3 dulces.
¿Te gustan las pipas? Además de uno de los snacks más 'entretenidos' y consumidos que hay, son fantásticas para incluirlas en platos de todo tipo. De calabaza o de girasol, son perfectas para dar un toque de sabor y de textura crujiente a las recetas más variadas. Y, además, su consumo nos beneficia de múltiples propiedades saludables. ¿Te apuntas?
Las pipas más populares son las de calabaza y las de girasol, semillas ambas que se suelen tostar y salar antes de comerlas, aunque también se encuentran crudas por si quieres tostarlas tú y agregarles todo tipo de condimentos.
Las pipas de girasol
De entre todos los frutos secos, las pipas de girasol son las que mayor cantidad aportan de vitamina E, ácido fólico, tiamina, ácido pantoteico y hierro. Protegidas por una cáscara veteada de colores negros, grises y blancos, dentro albergan un preciado fruto, con numerosas propiedades nutritivas.
España es un gran productor de pipas de girasol y Estados Unidos es uno de sus principales importadores, según datos de Pipas USA, la Asociación Norteamericana de pipas de girasol, que valoran su calidad, su competitivo precio y sus propiedades saludables.
La vitamina E es antioxidante que hidrata, nutre y aporta flexibilidad a la piel. A las pipas de girasol se les atribuyen propiedades beneficiosas contra el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las lesiones pulmonares, las cataratas, mejoran el sistema inmune del organismo, activan la formación de glóbulos rojos y actúan como vasodilatador y anticoagulante.
Se aconseja tomarlas crudas y sin sal para evitar que suban los niveles de sodio y aumente la tensión arterial. Y, aunque su poder calórico no es bajo, son perfectas para incluirlas de vez en cuando en ensaladas, cremas, postres, aperitivos, panes, repostería, etc.
Las pipas de calabaza
Son las semillas que hay dentro de las calabazas. Más anchas y grandes que las de girasol, con una cáscara de color beige, son ricas en ácidos grasos y antioxidantes, vitaminas y minerales, que nos ayudan al buen funcionamiento del corazón y el sistema nervioso. Aportan vitaminas A, B, C y D, además de minerales como fósforo, zinc, calcio, cobre, potasio, hierro y magnesio.
Las pipas de calabaza nos aportan triptófano, un neurotransmisor que ayuda al funcionamiento del cerebro, son una gran fuente de fibra dietética, de proteínas y, además, no contienen colesterol.
Tostadas o crudas, suelen incorporarse a sopas, cremas y ensaladas, pero también se añaden a panes, bizcochos, galletas, pasteles, tartas, etc y caramelizadas son perfectas para preparar crujientes barritas energéticas, mezclar con yogur y/o frutas o ponerlas dentro de smoothie bowls con otros ingredientes.
Recetas con pipas de calabaza y pipas de girasol
Aprovecha todo el potencial de las dos variedades de pipas para beneficiarte de sus propiedades saludables y da rienda suelta a su uso en la cocina. Para que te inspires, te dejamos 8 propuestas saladas y 3 dulces.