1/8Prácticamente en todo el mundo se elaboran quesos azules. Intensos, de sabor y aroma muy potentes, está claro que no convencen a todo el mundo, pero al que le gustan, le enloquecen. Y nosotros como buenos cheeselovers no solo no los obviamos sino que nos declaramos amantes de este tipo de quesos tan singulares que, además dan muchísimo juego en la cocina, como te vamos a mostrar con nuestras recetas.
¿Sabes por qué es azul este queso?
Está claro que su color le delata: entre azul y verde, pero esta tonalidad tiene un motivo. El queso azul se elabora con distintos tipos de leche -vaca, cabra, oveja...- y los responsables de ese color, olor y sabor, son los hongos del género Penicilium. Ese moho es imprescindible para el desarrollo del queso y esas vetas tan características.
Tradicionalmente ese moho se producía de forma natural en las cuevas donde maduraba el queso pero hoy día, gran parte de ellos se crean en laboratorios y en instalaciones donde simulan las condiciones oscuras y húmedas.
¿Cuáles son los quesos azules más famosos del mundo?
Roquefort, francés, gorgonzola, italiano y stilton, inglés, por supuesto junto al cabrales, se llevan la palma en cuanto a referentes dentro del mundo de los quesos azules.
El Bleu d'Auvergne y el Fourme d’Ambert son otros dos muy populares en Francia y también se elaboran quesos azules en Alemania, Dinamarca, Noruega...
En nuestro país, además del mítico cabrales, que se elabora en Asturias y está protegido por la DOP, son famosos otros quesos azules como La Peral y el Gamonéu, también asturianos; el Picón Bejes-Tresviso, de la comarca de Liébana (Cantabria) o el Valdeón, producido en el valle leonés del mismo nombre, ubicado en León, en el corazón de los Picos de Europa.
El uso del queso azul en la cocina
No hay que olvidar que es un queso muy calórico y con grasa por lo que hay que restringir su consumo, pero de vez en cuando, no hay problema si moderas su ingesta. Y más allá de hacerlo como aperitivo o postre -al más puro estilo francés-, cualquiera de los quesos azules mencionados nos vale para cocinar un sinfín de platos.
Con sus toques sobre todo picantes, pero a veces también dulces, salados o amargos y/o a frutos secos, mantequilla, hierba... nos ofrecen en el plato un sinfín de matices.
Los quesos azules son perfectos para preparar salsas, incorporar en ensaladas, pastas o arroces, como relleno de hojaldres, quiches o tartas saladas -y dulces también, cada vez las verás más-...
Como muestra, un botón: disfruta de nuestras 7 recetas con estos quesos y utiliza el que más te guste.
Prácticamente en todo el mundo se elaboran quesos azules. Quesos intensos, de sabor y aroma muy potentes, que está claro, que no convencen a todo el mundo, pero al que le gustan, le enloquecen. Y nosotros como buenos cheeselovers no solo no los obviamos sino que nos declaramos amantes de este tipo de quesos tan singulares que, además dan muchísimo juego en la cocina, como te vamos a mostrar con nuestras recetas.
¿Sabes por qué es azul este queso?
Está claro que su color le delata: entre azul y verde, pero esta tonalidad tiene un motivo. El queso azul se elabora con distintos tipos de leche -vaca, cabra, oveja...- y los responsables de ese color, olor y sabor, son los hongos del género Penicilium. Ese moho es imprescindible para el desarrollo del queso y esas vetas tan características.
Tradicionalmente ese moho se producía de forma natural en las cuevas donde maduraba el queso pero hoy día, gran parte de ellos se crean en laboratorios y en instalaciones donde simulan las condiciones oscuras y húmedas.
¿Cuáles son los quesos azules más famosos del mundo?
Roquefort, francés, Gorgonzola, italiano y Stilton, inglés, por supuesto junto al Cabrales, se llevan la palma en cuanto a referentes dentro del mundo de los quesos azules.
El Bleu d'Auvergne y el Fourme d’Ambert son otros dos muy populares en Francia y también se elaboran quesos azules en Alemania, Dinamarca, Noruega...
En nuestro país, además del mítico cabrales, que se elabora en Asturias y está protegido por la DOP, son famosos otros quesos azules como La Peral y el Gamonéu, también asturianos; el Picón Bejes-Tresviso, de la comarca de Liébana (Cantabria) o el Valdeón, producido en el valle leonés del mismo nombre, ubicado en León, en el corazón de los Picos de Europa.
El uso del queso azul en la cocina
No hay que olvidar que es un queso muy calórico y con grasa por lo que hay que restringir su consumo, pero de vez en cuando, no hay problema si moderas su ingesta. Y más allá de hacerlo como aperitivo o postre -al más puro estilo francés-, cualquiera de los quesos azules mencionados nos vale para cocinar un sinfín de platos.
Con sus toques sobre todo picantes, pero a veces también dulces, salados o amargos y/o a frutos secos, mantequilla, hierba... nos ofrecen en el plato un sinfín de matices.
Los quesos azules son perfectos para preparar salsas, incorporar en ensaladas, pastas o arroces, como relleno de hojaldres, quiches o tartas saladas -y dulces también, cada vez las verás más-...
Como muestra, un botón: disfruta de nuestras 7 recetas con estos quesos y utiliza el que más te guste.