El salto del helicóptero servía, como cada año, de pistoletazo de salida de Supervivientes 2020. Un programa en el que los concursantes se han enfrentado a desafíos extremos en los Cayos Cochinos, donde la convivencia ha hecho estragos en algunos casos mientras que en otros ha dado lugar a importantes amistades e incluso a relaciones de amor. Las playas hondureñas han sido testigos de la evolución de este reality show en el que la palapa ha sido prácticamente un concursante más. En este sencillo refugio con bancos de madera, escuchaban los comentarios de sus compañeros y se despedían de los participantes que iban siendo expulsados. Todo con la compañía de la presentadora, Lara Álvarez.
El primer gran momento que se vivió en la palapa fue protagonizado por Hugo Sierra, quien se convertía en el primer líder de la edición tras ganar el juego 'Dioses de barro', por el cual los robinsones se dividieron entre mortales y siervos, liderados por él, el primer Dios de la isla, quien tiene ventajas respecto al resto de compañeros