Nos ha costado mucho trabajo, más trabajo que los reyes Magos el 5 de enero por la noche", bromeaba Avilés. La que no terminó para muchas bromas fue Rocío que, tras ayudar a su compañero y examigo, se sintió indispuesta y se tuvo que tumbar en la esterilla. "Tengo ganas de llorar, te lo juro", le confesaba a Barranco visiblemente afectada