Acompañados de un grupo de amigos, entre los que se encontraban Laura M. Flores y su pareja, el modelo Daniel Illescas, disfrutaron de un almuerzo en el conocido chiringuito Beso Beach, que es parada obligatoria para todos los que visitan la isla en esta época del año, y surcaron las aguas cristalinas de Formentera a bordo de un barco.