Con el paso del tiempo las casas envejecen. A pesar de las tareas de mantenimiento que hayamos podido realizar, los años no pasan en balde y los materiales se deterioran, los mecanismos se quedan anticuados, las superficies pierden su lustre.
Sin embargo, hay muchas cosas que se pueden hacer para combatir el envejecimiento de nuestra casa, desde pequeños arreglos y cambios que se notan y mucho, hasta una reforma completa de los diferentes espacios.
Cuidar la casa
En ocasiones nos damos cuenta de que nuestra casa se ha quedado un poco obsoleta. No es solamente que ciertas cosas muestren un incipiente deterioro, sino que hemos perdido en parte esa comodidad y bienestar que nos ofrecía en el pasado: los equipamientos, las carpinterías, los muebles, las instalaciones… Todo está más viejo y ya no funciona como al principio y eso se va notando en la vida cotidiana.
Llegados a este punto, ¿por dónde empezamos a cambiar las cosas? ¿Qué es lo primero en lo que tenemos que invertir? Hay que tener en cuenta que las reformas no son baratas, por lo que es necesario reflexionar antes de lanzarnos a renovar la casa, sobre todo si piensas hacerlo poco a poco y por partes.
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