De Atenas a Estambul en un velero

Encantadoras aldeas marineras, tesoros arqueológicos y calas remotas aguardan en esta bella travesía por el Egeo. Una aventura en alta mar íntima y exclusiva, que transporta a tiempos pasados y recupera el concepto de la navegación más romántica.

Por Noelia Ferreiro

Navegar en un velero es una experiencia fascinante para aquellos que hacen del trayecto un viaje en sí mismo, para quienes persiguen una auténtica aventura en alta mar, pero de una manera exclusiva. Nada que ver con un crucero. Menos pasajeros, menos formalidades y mucha más intimidad para disfrutar de los atractivos de a bordo: sentir el viento azotando las velas, participar en las labores náuticas y comprobar cómo el atardecer es una bola en el horizonte que tiñe el océano de fuego.

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Varias compañías operan este trayecto mediterráneo en auténticos bergantines lo suficiente grandes para un alojamiento y servicio de primera (en torno a unas 100 personas más la tripulación) y lo suficientemente pequeños como para poder atracar en puertos íntimos, alejados de los buques mastodónticos. En estos veleros nos disponemos a surcar el azul cegador del mar Egeo en una apasionante travesía desde la magia decadente de Atenas hasta el colorido exotismo de Estambul.

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ATENAS, PUNTO DE PARTIDA

La capital griega, con su conmovedora visión de la Acrópolis, es el punto de arranque perfecto para este viaje. Antes de que el velero zarpe del puerto del Pireo habrá habido tiempo para pasear por esos vestigios de la Antigüedad coronados por el Partenón, cuyo mármol reluce bajo el sol de mediodía. También para perderse por las pintorescas callejuelas del barrio de Plaka y tal vez degustar una musaka en sus animadas tabernas.

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Después, cuando el velero zarpe tras la liturgia del izado de velas, comenzará la aventura marina: la de avanzar rompiendo las olas bajo el empuje del viento, mientras en la cubierta de madera de teca los pasajeros toman el sol o se dan un chapuzón en la piscina. Tiempo de navegación para entregarse al relax más absoluto o al entretenimiento organizado. En estos barcos no encontrará casino, ni discoteca, ni shows de Broadway. Pero sí originales actividades como clases de nudos marineros, búsquedas del tesoro o la oportunidad de escalar por el mástil hasta la cofa de vigía. Y también baile bajo las estrellas amenizado con música en vivo.

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La travesía hasta llegar a Estambul puede incluir cientos de escalas a lo largo de las islas Cícladas o el conjunto del Dodecaneso. Puede que nunca falte Santorini, con su irresistible perfil, o Mikonos, con su vena festiva. Pero amén de los rincones más trillados, el velero recala también en interesantes parajes.

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UN ALTO EN EL CAMINO

Patmos, donde San Juan escribió el Apocalipsis, atrae por su espiritualidad, además de por sus playas excelentes y por la blancura de sus casas de Hora, elevada sobre una montaña. En Cos, cuna de la medicina, podrá seguir los pasos de Hipócrates mientras deambula por verdes prados hasta llegar a calas remotas.

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Y si lo que se buscan son los tesoros arqueológicos, entonces la costa de Turquía le desvelará tres secretos: Éfeso (cerca del puerto de Kusadasi) la ciudad clásica mejor conservada del Mediterráneo; Pérgamo (Dikkili) con su magnífico yacimiento colgado de una colina; y Troya (Canakkale), la célebre ciudad que inspiró La Ilíada de Homero y cuya famosa leyenda ha atravesado los siglos.

Finalmente, cuando se atraque en Estambul para acabar el viaje entre imponentes mezquitas, aromas a especias y ruidosos bazares, atrás quedará el velero rumbo a nuevas aventuras.

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MUY PRÁCTICO

El viaje dará comienzo en el puerto de Atenas por lo que es necesario llegar antes hasta allí. Hay varias compañías que enlazan desde Barcelona o Madrid con vuelo directo a la capital griega y desde otras ciudades españolas con una escala. 

La mejor época para realizar la travesía es el verano (de mayo a octubre), cuando el clima es agradable y el mar está calmado. Los meses de mayo-junio y septiembre-octubre encontraremos menos afluencia de turistas cuando recalemos en los destinos donde hacer parada.

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El viaje en velero

Hay varias compañías que realizan cruceros por el Egeo. Para el velero una buena opción es Star Clippers (starclippers.com) donde aúnan la tradición náutica con todas las comodidades en veleros de lujo. Sus dos modelos de velero más pequeños, el Star Flyer y el Star Clipper, cuentan con capacidad para 170 pasajeros cada uno (con una tripulación de 70 personas), mientras que el Royal Clipper puede llevar a bordo 227 pasajeros (con una tripulación de 106 personas). Todos los barcos disponen de confortables cabinas, cubiertas de teca donde tomar el sol, piscinas, salas de masaje… Esta compañía realiza varios trayectos por el Egeo, con una duración de 7 días, como el que enlaza Atenas con Estambul, junto a otros itinerarios por las Cícladas, Atenas-Roma y otras islas del Mediterráneo.

Variety Cruises (varietycruises.com) también cuenta con experiencia en viajes en velero. Entre su oferta cruceros por las islas griegas partiendo desde Atenas, navegando por las Cícladas o itinerarios que unen Grecia con Croacia.

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