Quedan escasos días para que el tercer hijo de Carlos Felipe y Sofía de Suecia reciba las aguas bautismales y pase a formar parte de la comunidad luterana sueca. Es una celebración muy esperada en el país ya que, por primera vez después de más de un año, todos los miembros de la Familia Real se reunirán en un acto público. La ceremonia tendrá lugar el próximo sábado 14 de agosto y, a diferencia de lo que ocurrió con otros niños de la monarquía, no será retransmitida por la televisión nacional en directo. No obstante, se emitirá un resumen de 45 minutos en el canal SVT al día siguiente del bautizo donde se mostrarán imágenes en exclusiva del interior de la iglesia y de los actos que tendrán lugar después. Tal es la expectación que ya se conocen muchos de los detalles del bautismo que congregará a miembros de la realeza y personalidades políticas.
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Un lugar con historia
El bautizo del príncipe Julian se llevará a cabo en la Capilla Real del Palacio de Drottningholm, en las afueras de Estocolmo. El lugar ha sido elección personal de Carlos Felipe y Sofía ya que tiene connotaciones emocionales para ambos. Los abuelos del pequeño, los reyes Carlos Gustavo y Silvia, tienen su residencia oficial en el palacio y es aquí donde el padre de Julian pasó gran parte de su infancia y juventud antes de independizarse. La iglesia que se encuentra en las inmediaciones del castillo data del siglo XVIII y es utilizada de manera habitual por los vecinos del municipio Lovön, en la isla homónima, para acudir al culto religioso cada último domingo de mes.
Invitados limitados
La ceremonia bautismal comenzará a las 12 del mediodía y tendrá una duración de unos 45 minutos aproximadamente, tal y como anuncian medios suecos. Los invitados realizarán su llegada una hora antes y, aunque no se conoce la lista completa de personas que atenderán el acto, han salido a la luz algunos de los nombres más importantes. Entre los confirmados se encuentran los miembros de la Familia Real de Suecia: los reyes Carlos Gustavo y Silvia, la princesa heredera Victoria, el príncipe Daniel, la princesa Magdalena y su marido, Chris O'Neill. Los niños nunca son confirmados previamente pero de buen seguro que los príncipes Daniel, Estelle y Oscar, hijos de los herederos, no se perderán la jornada. Asimismo, Leonore, Nicolas y Adrienne, podrán disfrutar de un acto oficial junto a su familia después de pasar más de un año sin poder visitar el país de origen de su madre al vivir en Miami. Los hermanos de Julian, Alexander y Gabriel, también estarán presentes en un día tan especial para el benjamín.
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Sofía de Suecia también estará acompañada por algunos miembros de su familia. Entre ellos, sus padres, Erik y Marie Hellqvist; sus hermanas, Lina y Sara; y su abuela, Britt. Los padrinos del príncipe Gabriel, el segundo de los hijos de la pareja real, también acudirán a la ceremonia, entre ellos están Oscar Kylberg, socio de Carlos Felipe, Carolina Pihl, amiga de Sofía, y Thomas de Toledo Sommerlath, sobrino de la reina Silvia. Hasta el día previo al bautizo, no se darán a conocer los amigos y allegados que llevarán a cabo el papel de padrinos del benjamín de la casa y que tendrán una importante labor durante la ceremonia. Algunas de las autoridades políticas que están presentes en la lista de invitados son el primer ministro, Stefan Löfven y su esposa, pero también personal de palacio y las niñeras anteriores y actuales de los hijos de Carlos Felipe y Sofía.
Un faldón de 1906
La Casa Real de Suecia lleva décadas llevando a cabo una misma tradición durante los bautizos de los niños de la familia, que también se repetirá con el príncipe Julian. El faldón que llevará el pequeño será el mismo que llevaron sus antecesores y que tiene una antigüedad de 125 años, siendo utilizado por primera vez por el rey Carlos Adolfo en 1906. El agua sagrada con la que se realizará el sacramento proviene del manantial de Öland, lugar donde la monarquía sueca suele pasar sus vacaciones de verano. Los oficiantes del bautizo serán el obispo Johan Dalman y el pastor de la Familia Real, Michael Bjerkhagen. La ceremonia finalizará una vez el Rey otorgue con sus propias manos la Orden de los Serafines, la distinción más importante del país, a su nieto Julian, como ha hecho también con sus hermanos y primos.
Celebración posterior privada
Tras la ceremonia, habrá un tributo al príncipe Julian con 21 salvas en Skeppsholmen, en el centro de Estocolmo. Carlos Gustavo y Silvia de Suecia realizarán una recepción en palacio que continuará con un almuerzo oficial en el interior de Drottningholm. Los príncipes Carlos Felipe y Sofía saludarán a todos los invitados y recogerán alguno de los obsequios para su hijo pequeño. En este instante, el benjamín de la familia será dispuesto en la cuna de Carlos XV como manda la tradición. Durante toda la ceremonia, el monograma del protagonista de la jornada será exhibido en un macizo de flores detrás de la residencial real y las fotos oficiales serán publicadas en un período de tres a cinco días después del bautizo.
