¿Por qué a los perros les gusta que les rasquemos la barriga?

Se trata de uno de los gestos que les resultan más placenteros a nuestros fieles compañeros y que les hace sentirse queridos y seguros

Por Pilar Hernán

Se acerca a ti, se tumba en el suelo y en seguida demanda que le rasques la barriga. Una costumbre que hace disfrutar ¡y mucho! a un buen número de perros. ¿Por qué a nuestros canes les gusta que les rasquen la panza? "El principal motivo por el que nuestros peludos disfrutan de cada vez que les rascamos la barriga no es otro que el placer que le genera y el gozo por las caricias en esta zona por parte de su familiar. Se trata de uno de los gestos que les resultan más placenteros a nuestros fieles compañeros y que les hace sentirse queridos y seguros", comenta Ana Ramírez, Directora Técnica Veterinaria de Kivet.

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¿Qué sienten cuando les rascamos la barriga?

La veterinaria hace mención, principalmente, a dos sentimientos: placer y seguridad. "Cuando nuestro peludo se coloca en esta postura busca esa atención por nuestra parte, que le aporta tranquilidad y seguridad, al mismo tiempo que les produce una sensación agradable que siempre les anima a repetir. Este rato de caricias entre mascota y padre o madre perruno es un momento de pura ternura y complicidad, que hace que nuestra mascota se sienta más querida y segura", nos comenta.

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Se sienten seguros y felices

Sin duda, uno de los aspectos importantes es esa sensación de seguridad. "Cuando nuestro peludo se coloca boca arriba nos está enseñando una de sus zonas más vulnerables y sensibles. Por tanto, que le acariciemos esa parte les hace sentir protegido y querido por su círculo cercano. Además, les recuerda a su infancia, en concreto en el momento en el que dormían con sus hermanos y su mamá les lamía. Por eso, que nuestro perro se ponga boca arriba cuando está con nosotros es claramente una de las posturas de un perro feliz", considera Ramírez. ¿Les gusta tanto a las razas grandes como a las pequeñas? "Que les rasquen la tripa es algo que podemos ver tanto en razas grandes, como pequeñas y medianas. No obstante, por lo general, suelen ser los perros de mayor tamaño los que más tienden a adoptar esta postura y buscar las caricias de su familiar", nos aclara.

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Así debes acariciarlos

Rascarles la barriga es un acto sencillo, pero, aun así, debemos tener en cuenta una serie de consideraciones a la hora de acariciarles la barriga. "En primer lugar, debemos averiguar si de verdad el can pide mimos o en realidad la postura es de sumisión por miedo. En el caso de que hablemos de un perro desconocido o de una situación extraña para él, como puede ser un lugar nuevo, es más conveniente esperar a un momento en el que el peludo esté más calmado para poder acariciarlo.
Si conocemos que el contexto en el que nuestro peludo nos muestra su barriga es sano y controlado, podemos acariciar sin problema. Para ello, tanto en la barriga como en el resto del cuerpo, siempre debemos hacerlo con consideración y cariño", nos recomienda la veterinaria.

Y apunta que, para que se sienta más cómodo, podemos empezar por las zonas menos delicadas, como por ejemplo el lomo. "En estos casos, a menudo tendemos a dar cariñosos cachetes a nuestro can, pero no es algo que les guste, ya que el movimiento puede resultar amenazante, por lo que el animal se podría asustar y reaccionar de forma inesperada. Cabe también mencionar que todos los perros son diferentes. Por tanto, los gustos y caracteres dependen de la raza y de cada individuo en concreto. Podemos encontrar a peludos que evitan las caricias en estas zonas. Lo más conveniente, para acariciar cualquier animal, es bajarte a su altura, ponerte en cuclillas y si detectas que rechaza las acaricias, respetar su espacio", concluye.