Comportamiento

Tu perro no duerme contigo por amor, sino para alcanzar la fase REM

El perro ha heredado gran parte de su comportamiento del lobo, sin embargo éstos últimos no son capaces de soñar. Si los perros sueñan: es gracias a los humanos.

Por David Navarro

Como en todos los mamíferos, el sueño de los perros también sirve para recargar la energía del organismo, que reduce significativamente su actividad, por lo que los órganos descansan en gran medida, los procesos metabólicos disminuyen sus ritmos y las conexiones sinápticas pueden reforzarse, es decir: el cerebro fija las vivencias aprendidas durante el día y las asimila para recordarlas y comprenderlas mejor.

Sin embargo, no todo sueño es tan reparador y completo en sus beneficios. Las cabezadas breves son mucho menos profundas y solo llegan hasta una fase denominada “sueño lento”, en la que el cuerpo de tu perro descansa, pero no profundamente, aunque cuanto más tiempo duerma más próximo estará de la siguiente fase.

Qué pasa en el organismo mientras el perro duerme

En la fase de sueño lento, o de onda corta (también denominado No REM), la temperatura corporal del can disminuye, como ahorro de energía, pues el organismo presupone que no será necesario entrar en acción y se minimizan los esfuerzos de todos los sistemas. Mientras tanto, las glándulas empiezan a liberar hormonas de crecimiento y las células pueden comenzar su reposición aprovechando que el organismo está focalizando sus esfuerzos en esta regeneración, y no en otros procesos que pueden demandar más energía.

Sin embargo, los perros han heredado de los lobos una intermitencia del sueño que les permitía sobrevivir en entornos agresivos. No podemos olvidar que la vida salvaje dificulta mucho los procesos de sueño profundos, lo que hace que los lobos y los perros salvajes vivan menos tiempo, y los domésticos que casi dupliquen su longevidad, eso es así porque las células de los lobos y los perros salvajes no pueden regenerarse tanto como podrían en un entorno protegido como es el hogar doméstico: duermen poco y de forma muy intermitente.

Los perros han desarrollado una fase REM que los lobos difícilmente pueden experimentar, pues requiere de un sueño más profundo. Las siglas se traducen al inglés como “Rapid Eyes Movement” (movimiento rápido de ojos), y al igual que ocurre con los humanos, hace referencia a la fase más intensa de sueño, en la que la respiración se hace más rápida e irregular: cuando sueñan (como nosotros). Es la fase que podría parecer de más descanso, pero no lo es tanto, pues la actividad cerebral se intensifica tanto durante el sueño que pareciera que el perro está despierto.

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¿En qué sueñan los perros?

Los perros pueden agitarse durante el sueño en fase REM: cambiar de posición repentinamente, desplazar sus patas como si estuvieran corriendo o ladar articulando sonidos irreconocibles o deformados. Como las personas dormidas, que hablan pero se les entiende poco y mal, los perros tampoco pueden emitir un ladrido consistente porque sus órganos están a medio gas y la conexión del cerebro con el cuerpo está casi apagada en lo que respecta a los actos voluntarios.

El sueño REM de los perros se alcanza en pocas ocasiones y durante poco tiempo. Esto es debido a dos factores importantes: por un lado han heredado del lobo una mayor fase de sueño lento, y por otro, los perros no tienen tanta necesidad de procesar información como los humanos. No es que no les ocurran cosas, pero su pensamiento no es recreativo, no realizan reflexiones, y aunque son seres sintientes, no apelan a sus emociones de forma racional, no generan vínculos complejos entre sus recuerdos y sus puntos de vista. Los grados de conformidad o disconformidad de los perros son mucho más concretos y poco enrevesados, por lo que no siempre se dan las condiciones necesarias para que se produzca una fase REM.

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Tu perro no te quiere (tanto), lo que busca es soñar

Muchas veces los humanos malinterpretamos los posibles “sentimientos” de los animales, creemos que reaccionan a nosotros con amor, enfado o celos, pero si aplicamos el sentido común animal descubriremos que la realidad es mucho más pragmática.

Por ejemplo, puede que creas que a tu perro le gusta mucho dormir contigo, porque te quiere tanto que insiste en agazaparse entre tus piernas, o apoyado en tu tripa. Lo cierto es que te quiere, pero esa no es la razón por la que lo hace. La evolución convirtió a los lobos en animales sociables dentro de su propia manada, son gregarios, y los perros han heredado todo lo referente a eso.

Cuando tu perro insiste en dormir en tu habitación, e incluso en subir a tu cama, no lo hace por amor, sino por supervivencia. La única forma de llegar a un sueño REM profundo es sentirse plenamente protegido, y eso sólo es posible si otro miembro de la manada está junto a él mientras duerme. Los perros “sincronizan” su respiración a la tuya, como si fueran un sensor de proximidad, su cerebro capta tu señal al respirar, y si estás cerca, hace que percibir tu cuerpo cerca sea una confirmación de que estás para él. Todo ello significa: “puedo dormir en paz, mi humano me defenderá si pasa algo, y mientras yo puedo dedicarme a soñar en fase REM”.

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