La orina revela datos importantes sobre nuestro estado de salud. Y, también, sobre la de tu animal de compañía, especialmente, la de los gatos, ya que, a través de su observación, podemos sospechar que puede padecer algún problema. Algunos de ellos pueden ser graves y poner su vida en peligro. Por ello, si vemos que nuestro gato tiene problemas de micción, lo mejor es consultar lo antes posible al veterinario.
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El pis es una secreción líquida y amarillenta que se acumula en la vejiga y se expulsa por la uretra como resultado de la filtración, por parte de los riñones, de los desechos y el exceso de agua de la sangre. Debido a que muchas sustancias que se segregan en la sangre se eliminan a través de la orina, es posible detectar problemas a través de ella. De ahí que el análisis de orina sea una prueba rutinaria que suele hacerse a nuestras mascotas. En este se estudiará el color (debe ser amarilla), su aspecto (si es clara o turbia), el pH, si hay sustancias que, normalmente, no deberían encontrarse en ella (por ejemplo, sangre, exceso de proteínas, glucosa, bilirrubina, cetonas), si hay cristales o gérmenes como bacterias y otros patógenos. Todo ello debe realizarlo un especialista. Sin embargo, tú misma puedes hacerte una idea de cómo se encuentra tu gato fijándote en cómo es su pis cuando limpies su arenero.
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¿Qué debes observar de la orina de tu gato?
Olor. Puede darnos una pista de su estado de salud. Por ejemplo, "si es muy fuerte, podría deberse a una infección. Aunque también es típica de machos no castrados, ya que les sirve para marcar su territorio. Por lo que si nuestro animal de compañía no presenta otro síntoma, es probable que no le ocurra nada", explica la veterinaria Ana Anglada, especialista en medicina felina de AnagaVets.
Aspecto. También revela datos importantes. "Si la orina es muy clarita podría ser debido a una enfermedad de riñón, por lo que sería conveniente comentarlo a nuestro veterinario cuanto antes", recomienda. Por supuesto, si observamos sangre, hay que acudir rápidamente a una clínica veterinaria.
Cantidad. "Hay que estar muy pendientes para observar si orina más o menos de lo normal, puesto que un cambio en la frecuencia o volumen de orina podría hacernos sospechar de la presencia de una infección, como una cistitis o un problema renal", alerta la especialista.
Comportamiento. Si sufre cistitis, tiene cálculos u otras alteraciones, es probable que, cuando vaya al arenero, maulle o intente hacer pis y no pueda. "En estos casos, es esencial confirmar que ha conseguido orinar. En caso conrario, hay que consultar con un veterinario.
Se lame con frecuencia. Si observas que tu gato se encuentra incómodo y se lame con frecuencia la zona genital podría indicar que tiene picor, escozor o dolor.
Ingesta de agua. Esta también nos puede alertar de que algo no va bien. Los gatos no suelen beber mucho. Si, de repente, consume más agua de lo normal, hay que comentárselo al veterinario, ya que podría ser síntoma de alguna patología y someterle a un chequeo. Sobre todo, si es mayor.
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Enfermedades comunes
Hay diversas patologías que pueden afectar a la manera en la que tu gato hace pis o en su aspecto. Estas son las enfermedades más comunes.
Infección bacteriana. Si tu gato goza de buen estado de salud, no es frecuente que sufra una infección. Sin embargo, si padece otras patologías como la diabetes, que puede afectar a sus sistema inmunitario, sí podría tener esta dolencia
Cistitis idiopática. Es un problema común que causa inflamación dolorosa en la vejiga. Se puede manifestar con problemas en la micción, dolor e, incluso, sangre en la orina. Es un problema grave que puede comprometer su vida.
Cálculos. Pueden padecer diversos tipos de cálculos en la vejiga. Los más comunes son los de estruvita y de oxalato de calcio. Estos podrían obstruir la uretra e impedirles hacer pis con normalidad, además de causarles dolor y poner en peligro su vida.
Sobrepeso u obesidad. Un exceso de peso en tu animal de compañía, puede propiciar los problemas urinarios, así como otras enfermedades. Por eso, es importante que controles su dieta, evites darle chucherías y, en la medida de lo posible, incentivarle a que haga ejercicio con juguetes o jugando con él. Si se deja, también puedes llevarle a pasear.
Estrés. Los gatos son muy susceptibles al estrés y este puede repercutir en su modo de hacer pis. Por ejemplo, si ha habido cualquier cambio en casa, por ejemplo, una mudanza o, incluso, si se nos ha olvidado limpiar su arenero es posible que hagan pis fuera del su caja. "En cualquier caso, lo primero que hay que descartar es que sufra un problema orgánico", insiste Ana Anglada.
Insuficiencia renal. Si los riñones de tu gato sufren algún problema, debido a la edad o a otra patología, esta se podrá manifestar con problemas en la micción. Dependiendo del grado de la enfermedad, puede tener más sed y orinar más o no hacerlo. También se puede mostrar alertargado, inapetente y desorientado.
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Diagnóstico
Para averiguar qué le ocurre, en el centro veterinario le harán varias pruebas. En primer lugar, será necesaria la exploración física. Tras ello, "es probable que se indique realizar un análisis de sangre y de orina (esta puede ampliarse a un cultivo). En función de los resultados, quizá debamos recurrir a una prueba de imagen como una ecografía o una radiografía, por lo que no hay que extrañarse si el veterinario solicita quedarse con el animal para realizarle diversas pruebas", concluye la veterinaria Ana Anglada.