Ingredientes
- 1 kilogramo tomates maduros
- 50 g pan
- 4 cs aceite de oliva virgen extra
- 2 cs vinagre de vino blanco
- 1 diente ajo
- 1 pizca sal
- 200 ml nata para montar 35% M.G.
Preparación
Para hacer el salmorejo
- Lava los tomates, corta los tallos, trocea la pulpa en pedazos pequeños para que sea fácil triturarlos y échalos en un recipiente.
- Introduce el pan (preferiblemente, con mucha miga) en agua para que se ablande y cuando lo saques, escúrrelo y mezcla con los tomates.
- Pela el ajo, incorpóralo también y añade una pizca de sal.
- Tritura el conjunto todo lo posible, pues el objetivo es que no queden trozos de ningún ingrediente (puedes hacerlo con batidora o mejor con robot de cocina).
- Cuando el proceso del triturado haya avanzado, añade el aceite y el vinagre para obtener la textura cremosa característica del salmorejo.
Para hacer el helado en heladera
- Mezcla en un recipiente alrededor de 600 ml del salmorejo que has preparado, la nata y un poco de aceite de oliva.
- Bate los ingredientes y deja reposar el resultado durante 4 horas en el frigorífico.
- Pasado este tiempo, vierte la mezcla en la heladera, ponla en marcha y deja que el helado vaya cogiendo consistencia durante alrededor de 40 minutos.
Para el helado sin heladera
- Mezcla el salmorejo, la nata y el aceite de oliva.
- En vez de introducir el resultado en la nevera, déjalo en el congelador durante media hora.
- Saca el recipiente y bate la mezcla con un tenedor para evitar que cristalice.
- Devuelve la mezcla al congelador durante 4 horas y repite el mismo procedimiento de batirlo con tenedor hasta que consigas la textura y consistencia del helado (unas 4-5 veces).
Consejo para acompañar
- Puedes tomarte el helado de salmorejo con los acompañantes típicos de la receta original: jamón y huevos muy picaditos.
- Otra opción es pasar el jamón picado por el microondas para conseguir unos crujientes que harán un juego muy interesante con la textura del helado. E incluso, triturar el resultado y echar este polvo de jamón por encima.