Prácticamente en todos los recetarios del mundo encontramos recetas de pasteles salados. Los hay de todo tipo: con diferentes masas, rellenos de los más variados… y, por lo general cocinados en el horno.
Los ejemplos más claros serían, por un lado, nuestra empanada gallega, con su masa de harina de maíz o de trigo, y, por otro, la quiche, con una base, por lo general de masa quebrada u hojaldre, y una mezcla de huevo y nata.
Pero si buscamos más pasteles salados nos valdrían desde la pizza italiana hasta la spanakopita griega, hecha con pasta filo y rellena de espinacas, queso feta, cebolla o cebolleta y huevo
Los pasteles salados admiten masas de hojaldre, masa quebrada, pasta filo, pasta brick… y también los hay que no llevan masa –se nos ocurren, por ejemplo, los pasteles de pescado que se cuajan en el horno con nata y huevo-.
Nos centramos en los pasteles salados que puedes preparar en casa con masas que encontrarás listas para usar en cualquier tienda y para los que solo tendrás que preocuparte del relleno. Carne, pollo, pescado, mariscos, conservas, vegetales, frutos secos… ¡hay tanto donde elegir! Pero, para que te inspires, te dejamos unas cuantas ideas.