La noche de este miércoles ha estado cargada de emociones encontradas, nervios traicioneros y ‘tretas' justificadas para los finalistas de la quinta edición de MasterChef. Se lo jugaban todo, debían desempeñar la 'obra maestra' definitiva en su pericia culinaria después de trece semanas cocinando a fuego lento. El objetivo; demostrar que ellos, y no otros, eran los dignos merecedores de ganar el concurso.
Jorge, Nathan, Miri y Elena luchaban sin cuartel por un objetivo en común: llevarse la chaquetilla de cocineros, 100.000 euros en metálico y la opción de escribir su primer libro de cocina. Todo un abanico nada desdeñable de oportunidades. Tras una trepidante noche de espadas en alto, finalmente al filo de las dos de la madrugada Jorge Brazalez se ha alzado con el título de ganador de la quinta edición de MasterChef.
El granadino ha salido victorioso dejando como segundo finalista a Nathan y como tercera a la dicharachera Edurne, la concursante más longeva de la historia del programa en España y que la semana pasada saltaba a la final de manera directa. Un combate, el de la tercera y última prueba, que no ha sido fácil y en el que se han quedado por el camino lágrimas, esfuerzos baldíos y la separación física de la pareja más romántica de la edición, la que han formado Jorge y Miriam Pérez. La cocina los unió y la victoria los separó (de manera simbólica). Este último duelo lo han batido con platos elaborados por ellos mismos y bajo la laureada visión del chef Joel Robuchon. Si bien todos han recibido excelentes críticas, el peculiar 'savoir faire' de Jorge ha conquistado.
Una primera prueba con ‘ladrones’
La primera prueba la han empezado Jorge, Nathan, Miri y Elena a todo gas, en este caso a presión. ¿En qué ha consistido esa presión? En realizar su plato a la misma vez que el chef Paolo Casagrande, condecorado con tres insignes estrellas Michelin. El plato que debían 'calcar' era un pichón con salsa de manzana y curry. Bajo esta importante consigna, la presión ha hecho acto de presencia y los primeros roces no han tardado en manifestarse entre los finalistas. Por su parte, Miri se ha saltado las normas y ha 'robado' ingredientes a su compañera Elena cuando esto está prohibido. No solamente Elena ha sufrido los 'daños colaterales' de las ansias de victoria de Miri, sino que Nathan y el propio Jorge han destacado sus artimañas culinarias. "A Miri ni agua, es una ladrona", ha llegado a asegurar Nathan, visiblemente molesto con las torticeras tretas de su compañera.
Elena se ha mostrado mucho más dura y directa con Miri: "Te hace pasar gato por liebre, te la mete doblada hasta el esternón". Finalmente, el que ha quedado como finalista de esta prueba ha sido Jorge. Esta inicial victoria ha levantado comentarios suspicaces entre el jurado y la presentadora de 'Masterchef', Eva González, quien ha llegado a bromear con Miri: "Vas a tener un novio famoso, ¿eh?". Una clara alusión a la incipiente relación que se ha fraguado a fuego lento en el concurso de TVE.
Miri descartada a las puertas de la final
La segunda prueba ha estado más reñida aún si cabe. El menú corría de la cuenta del jurado Jordi Cruz y consistía en seis platos que se debían elaborar en 50 minutos. ¿Quiénes aguardaban como catadores? Ni más ni menos que los miembros de la Real Academia de Gastronomía. Unos espectadores de lujo que han dinamitado la templanza de los finalistas. Por su parte, Nathan ha quemado el mantel y las habichuelas. No ha sido esta la última metedura de pata del catalán, sino que no ha atinado a poner el horno, lo que ha indignado a Jordi Cruz: "No es el rolex lo que tienes que programar, sino el horno". Miri ha sido la que más tardado en perfilar su plato, en concreto se ha retrasado unos 25 minutos de más que no ha pasado por alto el jurado y ha castigado dándole el título de cuarta clasificada a Elena. El premio de consolación para la 'novia' de Jorge Brazalez ha sido una tarjeta de El Corte Inglés valorada en 1.000 euros, un surtido de cuchillos y el juego de MasterChef.