La cosmética del futuro ya existe y es reciclable, reutilizable y ecológica

La sostenibilidad ha pasado de ser una tendencia a una necesidad urgente y con un objetivo claro: acabar con el consumo de usar y tirar

Por Mariana Chacón

La preocupación de qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos es la que impulsa a muchas empresas a cambiar los esquemas que les habían funcionado hasta entonces y embarcarse en la misión de hacer del consumo una experiencia sostenible. En esta cruzada contra problemas como la huella de carbono o la acumulación masiva de residuos, la industria de la belleza se une a la solución a través de fórmulas que respetan el medioambiente y que afianzan su hegemonía en laboratorios de todo el mundo. Pero no solo el contenido se adapta a la nueva (y necesaria) conciencia, el continente también se trabaja a fondo para optimizar su vida útil y ya son algunas las marcas pioneras que crean envases con opción recarga para evitar el desperdicio de recursos. Con todas estas premisas en mente llega la biocosmética en la que los ingredientes que se utilizan cuentan con sello BIO, como RRR' Biocosmetics, por ejemplo, una firma española y visionaria que ofrece productos de la más alta calidad con envase retornable. Así es la belleza del futuro más inmediato. 

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¿Y qué es la biocosmética?

La cosmética BIO ha llegado para quedarse y cada vez son más las que se preocupan de leer la etiqueta antes de comprar cualquier cosmético para asegurarse de que la lista de ingredientes sea respetuosa con el planeta. Para cumplir estos requisitos sostenibles, cada cosmético que estas marcas responsables lanzan a las estanterías deben contar con un 99% de ingredientes naturales de origen vegetal y no ser testados en animales. Además, también provendrán de cultivos ecológicos y toda la cadena a la que se someten desde la producción hasta que se adquieren en las superficies deben generar el menor impacto posible en el medioambiente.

Esta responsabilidad con la sostenibilidad cuenta cada día con más aliados: como La Provençale Bio con su gama de productos con certificado ecológico y con garantía Ecocert (no utilizan pesticidas, fertilizantes o conservantes); Segle Clinical y su compromiso con los avances biotecnológicos que aprovechan lo mejor de la naturaleza sin malgastar sus recursos como su Contorno de ojos Flash Sérum; o RRR' Biocosmetics, la interesante firma catalana que trabaja para llevar al gran público la belleza consciente y propone calidad y compromiso con el planeta al alcance de todos (sus productos oscilan entre los 16,95 euros de su Loción Corporal hasta los 6 del gel higienizante).

El factor reciclaje

Otra de las características que se les exigen a las marcas para que puedan presumir de sello BIO es el cuidado con el que tienen que diseñar sus embalajes, envases o cualquier elemento del packaging: deben ser reciclables o estar fabricados con materiales reciclados. En el caso de RRR' Biocosmetics, por ejemplo, su sistema de consumo está basado en un modelo circular: comienza con la compra cualquier producto de RRR' Biocosmetics -todos ellos con envase de aluminio 100% reciclable-, después, cuando se acaba, se devuelve vacío a un punto de recogida donde se obtiene un reembolso por el material. Eso sí, la devolución en buen estado es importante para asegurarle una vida infinita al envoltorio con la que se reduce en un increíble 96% la huella de carbono.

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La inspiración tras este compromiso con el planeta en el caso de RRR' Biocosmetics fue el padre de las las empresarias Ana y Vicky Ribalta (fundadoras de la marca junto a Agustín Vilar), quien ya desde los años 70 se daba cuenta del futuro nefasto del planeta si no se tomaban medidas frente al consumo masivo de usar y tirar. El ingeniero apostaba por un sistema respetuoso con el medioambiente y cinco décadas después son sus hijas quienes hacen realidad su visión: "No solo se trata de contribuir voluntariamente a reducir el uso de microplásticos en el mundo de la cosmética, también desde nuestro proyecto, posicionarnos por cambiar las pautas de la economía actual por una economía circular, desde el compromiso con el planeta y la sociedad", explica Ana Ribalta.

Otro ejemplo es el de Cosnova, la empresa propietaria de la marca de maquillaje de gran consumo Catrice, comienzan poco a poco pero con paso firme pues han rediseñado el tubo de su máscara de pestañas más vendida, Glam & Doll, que se fabrica desde 2020 con un 80% de materiales reciclados. Un cambio con el que reducen las emisiones de dióxido de carbono en un 70% (unas 92 toneladas) y también el consumo de agua anual en un 35%. ¿Su objetivo a medio plazo? Que hasta el 75% de todos sus envases sean reciclables en el futuro y contar con la mitad de ellos para el 2025. 

Fórmulas 'clean'

Como tan importante es el envase como el tipo de fórmula con la que se rellena, uno de los grandes modelos de biocosmética sostenible, RRR’biocosmetics, ha obtenido el exigente certificado ECOCERT COSMOS ORGANIC, un sello que controla el respeto a la biodiversidad, la salud medioambiental y humana, que se utilice una química verde y también que se apoye a la agricultura ecológica. El resultado son geles de baño e higienizantes, lociones corporales o champús-acondicionadores con un 100% de ingredientes vegetales ecológicos y reciclables, 99% de origen natural, 90% biodegradables, veganos y sin siliconas, parabenos, transgénicos o conservantes.