¡Ya está aquí la gran noche del cine! Hoy Hollywood se viste de gala para acoger la edición más atípica de los Premios Oscar, unos galardones habitualmente entregados en febrero que esta vez se han retrasado debido a la pandemia. A pesar de que esta noche estará marcada, como no puede ser de otra manera, por las medidas sanitarias, motivo por el cual veremos posar a menos asistentes de lo habitual ante las cámaras, la alfombra roja se ha desplegado en Los Angeles para acoger un gran desfile de estrellas. Entre ellas, Amanda Seyfried, una de las invitadas que nos ha hecho soñar con su vestidazo de Cenicienta moderna.
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Vestido de alto impacto
La actriz es una de las protagonistas de la noche debido a su nominación a mejor actriz de reparto por su papel en Mank, y ha querido volver a pisar la alfombra roja por todo lo alto. Si en los Globos de Oro (a los que asistió de manera telemática) optó por un entallado diseño coral con silueta sirena de Oscar de la Renta, esta vez ha cambiado radicalmente de estrategia y ha apostado por una romántica pieza estilo cupcake. Perteneciente a Armani Privé, la línea de Alta Costura de la casa italiana, este modelo cuenta con cuerpo estilo corsé que se ciñe hasta la cadera, de donde parte una voluminosa falda confeccionada a base de decenas de capas de tul.
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Una princesa muy cañera
Aunque este tejido estructurado suele estar asociado a prendas hiperrománticas dignas de princesas de cuento, lo cierto es que el look de Amanda logra romper con todos los tópicos tanto por su color como por su vertiginoso escote, decorado con microvolantes. Está teñido de un intenso tono rojo, uno de los grandes clásicos en este tipo de galas, y cuenta con una gran abertura en 'V', dos puntos que otorgan al vestido un aire mucho más cañero y sexy sin dejar de lado el glamour esperado en esta cita. La actriz ha querido coordinarlo con su maquillaje y ha optado por un labial aterciopelado de la misma gama cromática, aunque ligeramente más oscuro.
En cuanto al peinado, ha lucido su característica melena rubia en un pulido recogido bajo con raya al medio y flequillo ondulado al más puro estilo años 40, el cual nos permitía apreciar a la perfección sus pendientes de diamantes amarillos firmados por Forevermark. Ha prescindido de bolso y ha completado con un brazalete dorado.
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