Inmerso en una ardua batalla judicial, que se está librando tanto en Estados Unidos como en Inglaterra, el actor Kevin Spacey ha recibido este jueves un nuevo golpe personal y profesional. El juez del Tribunal Superior de Los Ángeles, Mel Red Recana, encargado de su caso, ha fallado en contra de su recurso y le obliga a tener que pagar una multa de 31 millones de dólares, algo más de treinta millones de euros, a la productora MCR, responsable de la serie 'House of Cards' de Netflix, como indemnización por ruptura de contrato y por los perjuicios que causó con su comportamiento durante el rodaje, según recoge el Daily Mail, que se hace eco de la sentencia.
Recordemos que el ganador de dos Óscar, el primero en 1995 por Sospechosos habituales y el segundo por American Beauty en 1999, fue acusado de agresiones sexuales y abuso por uno de los asistentes de producción de la serie durante el rodaje de la sexta temporada de la trama. Tras la denuncia, la productora eliminó su papel en la serie, haciendo desaparecer al personaje de Frank Underwood de la trama y reescribió los guiones de la temporada dejando como única protagonista a Robin Wright. Para poder cumplir con la fecha de estreno anunciada por Netflix, la productora tuvo también que reducir el número de episodios de trece a ocho.
Acompañado de su abogado y escoltado por la policía, la estrella de Hollywood ha salido de los juzgados sin querer hacer nuevas declaraciones ante los micrófonos de prensa que le aguardaban en las inmediaciones del edificio. Su equipo de juristas no ha logrado demostrar que la multa fuera algo “irracional”, tal y como alegaban en su recurso y el juez le ha dado la razón de nuevo a la productora que alegó un “comportamiento poco profesional” del actor e incumplimiento de contrato.
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Todo estalló a finales de 2017 cuando el actor Anthony Rapp confesó a la revista BuzzFeed que Kevin Spacey había intentado abusar de él cuando solo tenía 14 años. Entonces, Spacey emitió un comunicado en el que pedía disculpas y hablaba públicamente por primera vez de su homosexualidad, confesando querer vivir de una manera "honesta y abierta". A partir de ese momento comenzaron a surgir nuevas denuncias que hablaban de supuestos episodios de abuso cometidos por el actor en Hollywood que han ido minando su carrera.
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A pesar de haberse declarado siempre inocente, varias denuncias de acoso pesan ya sobre el actor en los tribunales de Estados Unidos. Dos de ellas han llegado a los tribunales en 2019, pero ninguna de ellas ha progresado. En California, un masajista lo denunció por una supuesta agresión sufrida en 2016 pero el denunciante falleció antes de que la Fiscalía presentara cargos. En Massachusetts, otro joven acusó al actor del mismo delito en 2016 pero retiró los cargos y el juicio no llegó a celebrarse. El Tribunal Británico por su parte le imputa cinco delitos sexuales que habría cometido en Londres entre 2005 y 2013, el actor se declaró inocente de todos ellos el pasado 14 de julio ante el juez.
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