Tom Cruise ha vuelto a demostrar su gran afición al deporte. Si ya hace unos meses lo vimos en la final de la Eurocopa, que se disputaba en Londres, ciudad en la que grababa la última película de Misión imposible, este sábado ha acudido a un partido de béisbol en Los Ángeles en la mejor de las compañías, la de su hijo Connor, al que adoptó durante su matrimonio con Nicole Kidman. El protagonista de Top Gun, La Momia o Eyes Wide Shut se ha convertido en el centro de atención por su sorprendente cambio físico. La polémica está servida y, mientras que algunos de sus seguidores apuestan porque tras finalizar el rodaje ha cogido algunos kilos, otros apuntan a que el actor, de 59 años, se ha hecho algún retoque estético.
Nada más llegar, Tom Cruise saludó a todos los presentes, haciendo gala una vez más de su simpatía y amabilidad. Pero más allá de su actitud cordial, el aspecto físico del actor se convirtió en el centro de todas las miradas. Hace tan solo una semana, el actor estuvo presente en la convención de cine CineEurope en Barcelona, y el cambio aún no era aparente. Sin embargo, este sábado el actor y productor estadounidense aparecía con el rostro hinchado en el Oracle Park de San Francisco, donde el equipo de béisbol de los Giants se enfrentaba a los Dodgers de Los Ángeles.
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Aunque en esta ocasión la estrella de Hollywood no se ha pronunciado al respecto, lo cierto es que no es la primera vez que se especula con los retoques estéticos a los que se podría haber sometido. Aunque hay que tener en cuenta que el propio Tom Cruise ha desmentido en más de una ocasión que haya recurrido a la cirugía estética para mejorar su aspecto, de hecho en el año 2012 afirmó durante entrevista que con la revista Playboy que "nunca se sometería a retoques".
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