Su recuerdo sigue muy presente

Se cumple un año sin Aless Lequio, una muerte que nos conmocionó a todos

El hijo de Ana Obregón dio una auténtica lección de valentía, fuerza y entereza en los dos años en los que enfrentó la enfermedad

Por hola.com

Han pasado doce meses y su recuerdo sigue igual de vivo en la memoria. El 13 de mayo de 2020 la noticia que nunca habríamos querido escuchar se hacía pública y el corazón de todos los españoles, le conocieran personalmente o no, se detenía. Aless, el hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio, falleció dejando tras de sí un ejemplo de coraje y carácter que es imposible de igualar. A sus 27 años afrontó la enfermedad con una sonrisa, esa que nunca se le borraba de la cara, y unas ganas de seguir exprimiendo la vida al máximo que dieron impulso a sus alas. Con ellas, su actitud alcanzó tantos rincones como lágrimas se reprimieron aquel día de mayo en el que la pandemia se silenció durante un segundo para rendir homenaje a ese chico que llevaba el optimismo por bandera.

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Su muerte causó un impacto y se multiplicaron los mensajes de despedida, en los que se recordaba su inquieto espíritu y las lecciones de vida que dejó tras de sí. Un homenaje que confortó a sus padres, Ana Obregón y Alessandro Lequio, y a su novia Carolina, unidos en el dolor por la pérdida. “Se apagó mi vida” dijo la actriz, que ha estado durante estos meses arropada por familiares y amigos que no se han separado de su lado. “Siempre serás mi luz” escribía Alessandro, que no se quitó durante aquellos días la camiseta preferida de su hijo. Su hermano Clemente le lloraba desde la distancia obligada por la pandemia y le dedicaba Tu ángel, una balada que reflejaba su dolor. El mismo que desprendían las palabras de Celia García-Penichet, prima de Aless y casi una hermana pues les unía una excelente relación: “Eternos 27 y eterno tú, porque tu huella ha quedado marcada para siempre en todas las personas que te conocían”.

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Una entereza inigualable

Y tenía razón pues las enseñanzas que dejó tras de sí representan un coraje en mayúsculas que es imposible de olvidar. “Quiero normalizar la palabra cáncer” dijo, una frase clara y sin rodeos que resumió su actitud en los dos últimos años de su vida (fue diagnosticado a comienzos de 2018). En las páginas de la revista ¡HOLA! protagonizaba un motivador reportaje junto a sus padres, con su arrolladora y sempiterna sonrisa. Fue aquella toda una declaración de intenciones, que aplicaría a rajatabla durante aquellos últimos dos años. “Cuando me pasó esto, digamos que me di cuenta de que no podía confiar en que, después de este tren, vaya a pasar otro -explicaba-. Y ahora estoy como loco, intentando saltar y subirme a cada uno que pasa”.

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No dejó de trabajar, de idear y emprender, pues así era él, un incansable creador que se embarcó en una iniciativa solidaria en 2019 para ayudar a quienes como él enfrentaban la enfermedad: Caring, con la que, en colaboración con la Fundación Caico, buscaba recaudar fondos para niños y niñas que sufrían cáncer como él y que no contaban con recursos necesarios. Durante estos meses, su madre, su amiga, Ana Obregón le acompañó en cada paso, demostrando como él una gran fuerza. "Le rompieron las alas y siguió volando. Pero esta vez mucho más alto. Orgullosa de tu forma de luchar cada día”, escribió Ana cuando todavía su hijo se enfrentaba a la enfermedad.

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Aprender a vivir sin él

La ausencia de su hijo le dejó el corazón roto como ha confesado en este último año en muchas ocasiones. “¿Qué puedo decirte hijo? Que eras /eres mi vida y ahora ya no hay nada. Que perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir” escribía. Unos desgarradores sentimientos que la han acompañado estos meses, en los que ha contado con el apoyo de sus hermanas, de Alessandro Lequio y de muchos amigos que la han ayudado a seguir adelante.  Igual que a Alessandro, que se ha refugiado en los suyos para mirar al futuro tras este golpe tan duro. Aprendieron a vivir con el dolor y Ana despidió el peor año de su vida desde la pequeña pantalla, enviando un beso al cielo y recordando una valiosa lección que aprendió de él. “Él decía que lo más importante es dedicar tiempo y amor a las personas que quieres, porque cuando te vas es lo único que te llevas, pero para tener eso tienes que tener a las personas que quieres contigo y para conseguir eso hay que ser responsables y los españoles lo somos", dijo la presentadora.

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Con valentía y sin drama: así hablaba Aless Lequio de su etapa más complicada

Hace apenas unos días, Ana recuperaba uno de tantos momentos felices que vivió con su hijo, uno más que se une a los que no ha dejado de compartir a lo largo de estos difíciles meses. “Uno de los días más felices de tu vida y de la mía. Te graduaste en dos carreras con la máxima puntuación en una de las mejores y más más exigentes universidades del mundo” recordaba hablando de su paso por Duke y del orgullo que sintió y sigue llenando su corazón. Ese que daría lo que fuera por un abrazo más y que hoy más que nunca se inundará del amor que sigue sintiendo por su hijo. Él la inspira cada día y le da fuerzas para mirar con ilusión el futuro, que se llena de proyectos que a Aless le harían muy feliz. “Él estaba ilusionadísimo con crear una fundación para la investigación contra el cáncer (…) Así que voy a hacer una fundación, ya la estoy creando, y eso es lo que me ha dado las fuerzas para seguir viviendo” contaba Ana en las páginas de ¡HOLA! el pasado noviembre. Ha pasado un año del adiós más doloroso, pero la valentía que le enseñó Aless marca un camino en el que aparecen nuevas ilusiones y en el que están muy presentes las últimas palabras que le dedicó su hijo. “Te quiero desde siempre y para siempre, mamá”. Un mensaje que está grabado a fuego en su corazón.