Llena de alegría al planear su brillante futuro

Retrato de Eugenia de York, la protagonista de la próxima boda 'royal' de Reino Unido

La Princesa contraerá matrimonio con Jack Brooksbank en la Capilla de Windsor en otoño

Por Mulenga Hornsby

Casi todas las mañanas suena una alarma en el Palacio de Kensington a las 6.45 a.m, y uno de sus somnolientos residentes se levanta de la cama para realizar un circuito tonificante de burpees (ejercicio que comienza en cuclillas y termina con un salto), sentadillas con salto y lunges (conocido por alternar la posición erguida con una en la que una rodilla roza el suelo en ángulo recto mientras la otra sujeta el peso del cuerpo). Esta royal no es la Duquesa de Sussex, a la que también le gusta el mundo fitness, ni su deportista cuñada, la Duquesa de Cambridge. La madrugadora es la nieta de la Reina, la princesa Eugenia.

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La princesa Eugenia se mudó a Ivy Cottage, dentro de los terrenos del Palacio, con su futuro marido, Jack Brooksbank, empresario y comerciante de vinos, pocos meses después de que sus padres, el príncipe Andrés, duque de York, y su exmujer, Sarah, la duquesa de York, anunciaran el compromiso de la pareja en enero. Este primer hogar de la pareja consta de tres habitaciones, está muy cerca de Nottingham Cottage, donde viven Harry y Meghan, y a un breve paseo del Apartamento 1A, la magnífica residencia de 22 habitaciones que los Duques de Cambridge comparten con sus hijos.

Ha sido calificada por una revista de sociedad como la pequeña Miss Sunshine por sus maneras informales y alegres, Eugenia de York es, a sus 28 años, bastante popular dentro de su familia. Están encantados de ver lo feliz que es con Jack, a quien su futuro suegro califica como un "joven verdaderamente destacado".

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Fiebre de bodas

Su boda, que tendrá lugar el próximo viernes 12 de octubre en la capilla de San Jorge de Windsor- localización en la que también se dijeron el sí quiero los Duques de Cambridge-, volverá a mostrarnos a la familia Windsor al completo. Sin embargo, no contará con la pompa y ceremoniosidad que tuvo el enlace de Harry y Meghan, a pesar de que estarán todos los royals -se corresponderá con su estatus como novena en la línea de sucesión al trono, posición tres puestos por detrás del príncipe Harry-. 

Teniendo esto en cuenta, la ocasión no será en absoluto una boda familiar o discreta, dado el esplendor de la capilla del siglo XV, cuyos arcos abovedados han dado la bienvenida a reyes y reinas durante varios cientos de años. Además, los invitados seguro que podrán satisfacer a cualquiera que pueda estar sufriendo síndrome de abstinencia de boda real.