Las discretas instrucciones del príncipe Harry a Meghan Markle para que su reverencia fuera perfecta

El duque de Sussex, que estuvo en todo momento muy pendiente de su esposa durante la celebración del tradicional 'Trooping the colour', le ayudó a cumplir con el protocolo real ante la reina Isabel II

Por hola.com

Todo estaba medido al milímetro para que el tradicional desfile militar Trooping the colour que marca el cumpleaños oficial de la reina Isabel II de Inglaterra resultara perfecto. Tan sólo los más pequeños de la casa Windsor pusieron la nota anecdótica y espontánea a una jornada en la que nada quedó al azar. Cada uno de los miembros de la Familia Real británica sabía de sobra cuál era su papel y cómo debía comportarse. También Meghan Markle, la última en incorporarse a una vetusta monarquía en la que el protocolo es estricto y cada movimiento o gesto es analizado con lupa. Pero la duquesa de Sussex aprobó con nota su primer examen oficial tras su boda con el príncipe Harry y a ello contribuyeron, en parte, las indicaciones de su propio esposo.

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Meghan Markle era consciente de que este sábado todas las miradas estaban puestas sobre ella. Tanto su estilismo como sus gestos iban a ser examinados y valorados y de ahí que una de sus preocupaciones fuera saber exactamente qué hacer en cada momento, sobre todo a la hora de hacer la pertinente reverencia a Isabel II a su llegada al Palacio de Buckingham. Para ello contaba con una ayuda fundamental: la de su marido. Tal y como desvela la revista ¡HELLO!, la duquesa de Sussex le preguntó en qué instante debía inclinarse y el príncipe Harry, muy pendiente en todo momento de Meghan, le hizo un gesto en el momento preciso, asegurándose de que los movimientos de todos los Windsor estuvieran prácticamente sincronizados.

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Así, la duquesa de Cambridge realizó el protocolario saludo y, un segundo después, era su cuñada, la duquesa de Sussex, la que hacía lo propio con una sonrisa reflejada en su rostro y un talante de lo más tranquilo, al tiempo que su marido inclinaba levemente la cabeza en señal de respeto hacia su abuela. Era el momento exacto en el que la reina Isabel II de Inglaterra hacía su entrada en el Palacio de Buckingham. El hijo pequeño de Carlos de Inglaterra también aprovechó para explicar a su esposa cómo se sucedería el acto. En un momento determinado, se acercó a ella y le comentó que faltaba poco para que tuviera lugar la exhibición aérea, sería entonces cuando todos mirarían hacia el cielo.

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Pero el príncipe Harry no sólo dio indicaciones a su esposa sobre el proceder ante la llegada de la Soberana y durante el desfile de los aviones de la Fuerza Real Aérea. También se interesó por cómo estaba viviendo estos importantes momentos junto al resto de los Windsor. "¿Todo bien?", le preguntó, a lo que Meghan respondió afirmativamente, no sin añadir que se encontraba "nerviosa", algo completamente normal teniendo en cuenta que se trataba del primer compromiso oficial junto a la Familia Real tras convertirse en duquesa de Sussex. Sin embargo, en ningún momento Meghan dejó entrever un ápice de inquietud o seguridad. Aparentemente serena y manteniendo la compostura, Meghan intercambió con Harry frecuentes miradas de complicidad a lo largo de toda la celebración.

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Su primera reverencia

No es la primera vez que Meghan Markle tiene que inclinarse ante la presencia de la Reina de Inglaterra, aunque la vez anterior lo hizo como prometida del príncipe Harry y no como duquesa de Sussex y miembro de pleno derecho de la Familia Real británica. Ocurrió durante el tradicional servicio religioso de Navidad en Sandringham, donde fue invitada por Isabel II pese a que todavía no mediaba anillo de casada. Este gesto fue interpretado como una clara muestra de la aceptación de la Monarca hacia la futura esposa de su nieto preferido. Fue a la salida de la ceremonia eclesiástica celebrada en la iglesia de St. Mary's Magdalene cuando Meghan, al igual que la duquesa de Cambridge y otros Windsor, hizo la reverencia a Isabel II.

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