Felipe de Edimburgo, de 96 años, se despide de los actos oficiales

El marido de la soberana británica anunció a primeros de año su retirada de la vida pública

Por hola.com

En un día típicamente londinense, lluvioso y nublado, y ataviado al más puro estilo british con gabardina y bombín. Así ha sido la despedida de la vida pública de Felipe de Edimburgo, marido de Isabel II del Reino Unido tras 65 años de servicio a la Corona británica. Su último acto público ha sido en solitario y ha consistido en pasar revista a las tropas de la Marina Real, un desfile benéfico que tuvo lugar este miércoles  frente al Palacio de Buckingham, en pleno centro londinense. 

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A primeros de este año, el Palacio de Buckingham emitía un comunicado, que causó una gran expectación, en el que se decía que "el duque de Edimburgo ha decidido que no atenderá más compromisos públicos a partir de otoño", una decisión que contaba "con todo el apoyo de la Reina". Finalmente la retirada del Duque se ha producido en agosto. A partir de ahora será su hijo -el heredero al trono, Carlos, príncipe de Gales- y sus nietos, los príncipes Guillermo y Enrique los que tomen el relevo del marido de la soberana, adquiriendo así una mayor responsabilidad. 

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En todos estos años, el duque, de 96 años, ha permanecido en un segundo plano y siempre caminando unos pasos por detrás de su mujer, la reina Isabel. La primera vez que representó a la monarquía británica fue el 2 de marzo de 1948, cuando asistió a un combate de boxeo en el Royal Albert Hall de Londres. Desde entonces, su papel de representación ha culminado con 22.219 compromisos oficiales, 5.496 discursos y 637 viajes oficiales al extranjero. Además es patrón, presidente o miembro de más de 780 organizaciones en las que seguirá "asociado", aunque no desempeñará "un papel activo". Pero una de sus funciones más importantes ha sido la de apoyar a la Reina durante más de seis décadas.

Esta retirada de la vida pública no significará que no se le vuelva a ver en actos públicos acompañando a su esposa, sino que en el futuro decidirá en que compromisos la acompaña, pero sin la obligación de llevar una agenda propia ni el peso de la representación institucional. La que seguirá manteniendo todos sus compromisos oficiales será Isabel II, de 91 años, con el apoyo del resto de miembros de la Familia Real.

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Un mes después de anunciarse la retirada pública todas las alarmas saltaron cuando Felipe de Mountbatten tuvo que ser ingresado el pasado 21 de junio en la clínica King Edward VII como "medida de precaución" por una infección derivaba de una afección médica que ya padecía y que obligó al príncipe Carlos a sustituirlo y a acompañar a su madre en la apertura del Parlamento británico. Días más tarde, Felipe de Edimburgo acudió junto a su hijo, el príncipe Eduardo, al club Guards Polo Club de Windsor, para ver a su nieta Lady Louise participar en una carrera de carruajes. 

Aunque el del pasado miércoles fue su último acto público, uno de sus últimos actos de servicio a la Corona de mayor relevancia se produjo hace unas semanas cuando, junto con la soberana británica, hizo de perfecto anfitrión en el viaje de Estado de los Reyes Felipe y Letizia al Reino Unido.

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Felipe Mountbatten e Isabel se casaron el 20 de noviembre de 1947 cuando la monarca aún era la heredera al trono. Ya desde su matrimonio, su vida estuvo marcada por las renuncias: tuvo que dejar atrás sus creencias religiosas ortodoxas y perdió su título de príncipe de Grecia y Dinamarca. Cinco años después de su enlace, Isabel subía al trono británico y se convertía en la jefa de Estado de la Commonwealth y Felipe pasaba a ser el consorte de la Reina de las reinas