TENDENCIAS DECORACIÓN

Cocinas con aire rústico: del campo a la ciudad

Son una buena opción en viviendas urbanas, donde su calidez y su sabor a pueblo y a recuerdos felices se combinan con elementos y electrodomésticos actuales, formando un conjunto entrañable donde trasladar el día a día

Por hola.com

En esta época del año solemos escaparnos a la casa (familiar o no) que, muchos de nosotros, tenemos en el pueblo y que simboliza la vida al aire libre, la recuperación del valor de lo auténtico y de lo que realmente importa, y la resurección de los recuerdos agradables. En este universo, la cocina cobra una importancia muy relevante. Es el corazón de la vivienda, el lugar donde se come, pero también se vive, se hacen los deberes, se mantienen charlas hasta altas horas, se discuten los planes futuros…

Aire ‘slow’

Las cocinas rústicas deben respirar calidez y ser una invitación a las reuniones y el trabajo en equipo, favoreciendo la comodidad y el contacto visual. Las que saben a campo poseen un encanto especial. Por eso, hemos cogido su espíritu y lo hemos trasladado a la ciudad, para que todos los días sean igual que los momentos de verano en ‘tu pueblo’.

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Auténticas y honestas

Este es el espíritu que debe respirarse en cada uno de sus rincones. Terminaciones y materiales artesanales que evidencian las emociones del mundo del campo, pero que no olvidan su carácter funcional y su adecuación a los nuevos tiempos. Por eso, es importante lograr un equilibrio con las últimas tecnologías e integrar los electrodomésticos y las placas de última generación en el ambiente de tal manera que formen parte de él y encajen con sus señas de identidad.

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Aliados de estilo

Para lograrlo, apuesta por los colores tranquilos. Los tonos tierra y los arena son perfectos, ya que te conectan directamente con el paisaje exterior, aportando calma y serenidad. También puedes recurrir a los colores pastel si quieres dar un toque ‘naif’ y convertir la cocina de tu abuela en tu estancia más personal. La madera es, sin duda, otra de las señas de identidad de estos espacios. Lo mismo ocurre con los complementos de fibras naturales, como alfombras de sisal, cestas de mimbre o sillas de enea, la cerámica y los accesorios de forja o cobre. A su lado, los suelos de barro o pizarra, los revestimientos cerámicos y los elementos de obra –piensa en una campana o un banco bajo la ventana– te ayudarán a crear ambiente.

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Aroma a campo

En este tipo de cocinas no hay elementos superfluos, todo tiene una función y una razón de ser. Vajilleros, hornacinas, aparadores y auxiliares (en madera, lacados en blanco o combinando ambas opciones) son esas piezas que no pueden faltar y que nos trasladan directamente al pasado. Ideales para la vida campestre. Resultan muy prácticos para el día a día y pondrán un toque ‘chic’ a cualquier ambiente. Para completar el conjunto, añade unos detalles campestres, un mantel o unos paños de cuadros vichy o un ramo de flores silvestres.

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Tampoco debes olvidarte, siempre que el espacio lo permita, de colocar una gran mesa en la que se pueda disfrutar de los diferentes momentos del día. Ponla en el centro del ambiente, convirtiéndola en protagonista absoluta. Los bancos son también una buena forma de recrear ese espíritu y, al mismo tiempo, ganas asientos extra.