Kombucha: Aprende a preparar en casa la bebida más saludable

Antioxidante, diurética, probiótica, la kombucha es una bebida de origen asiático y milenario, que puedes hacer en casa de manera 100% artesanal

Por Susana Baticón

¿Sabías que el té kombucha, con más de dos mil años de historia, es conocido como el elixir de la inmortalidad en la medicina tradicional china? En Occidente es una bebida de colores con una burbuja fina que viene en atractivas botellas de cristal -en España, concretamente la introdujeron dos mujeres desde Komvida, ubicada en el pueblo extremeño de Fregenal de la Sierra, aunque hoy hay más empresas que la elaboran y 2020 fue su año de despegue en nuestro país-.

Leer más: cocina en verde con té 'matcha'

Aunque lleva ya unos años de moda, la kombucha, llegó para quedarse porque, entre otras cosas se trata de un potente antioxidante, diurético y un gran aliado a la hora de regular la flora intestinal, por su potente efecto probiótico, y de digerir mejor las grasas, favoreciendo la digestión y dándonos energía para afrontar el día a día.

Precisamente la primera empresa en introducir esta bebida en España, ha publicado un informe que detalla su buena implantación entre los españoles -'Radiografía del sector de la kombucha en España, segmento gran consumo-’, del que se extraen datos como que en los dos últimos años se vende un 580% de kombucha, que en Cataluña, Madrid y Andalucía es donde más la compran y que para este 2023 prevén un crecimiento de entre el 35 % y el 40 %.

La kombucha es un refresco con una burbuja fina que se embotella en vidrio y tiene distintos sabores como el último de Komvida, con kiwi, pepino y espirulina.

Leer más: refréscate con estas recetas de té helado

¿Qué es la kombucha?

El té kombucha no es, ni más ni menos, que un té verde o negro fermentado con el hongo kombucha, conocido por sus siglas en inglés como scoby (Symbiotic Culture OBacteria and Yeast, Cultivo Simbiótico de Bacterias y Levaduras), al que se le añaden levaduras y azúcar. En el proceso de fermentación, el scoby se come casi todo el azúcar y produce las características burbujas finas de la bebida.

El aspecto de este hongo es como un disco gelatinoso que se forma en la superficie del líquido y que hay que mantener y alimentar -como en otros fermentados- con el fin de poder usarlo y seguir haciendo kombucha. Para ello se reserva parte de la bebida donde se mantienen los scoby.

El sabor de la kombucha es ligeramente ácido y dulce -se le pueden aportar sabores con frutas, especias, zumos...-. Es una bebida con un bajísimo porcentaje de alcohol debido a que las bacterias y levaduras se alimentan del azúcar y la transforman en alcohol etílico, ácido acético y anhídrido carbónico.

Leer más: ¿Tomas té verde? Disfruta a tope de esta infusión con nuestros 'tips'

Agua, té verde, azúcar de caña y scoby son los ingredientes con los que se elabora el té kombucha.

Cómo hacer té kombucha casero

La fórmula básica de esta bebida fermentada es la siguiente: agua, té verde, azúcar de caña y scoby, que nos dan como resultado un refresco de burbuja fina, sin azúcar ni gas añadido, sin gluten y vegana que se está posicionando como una alternativa a los refrescos más clásicos.

  1. Primero, preparamos una solución de té verde endulzado. Puedes elegir uno negro (el más tradicional) o rojo, pero sus beneficios cambian. Al igual que el azúcar de caña, que puedes sustituir por integral, blanco (el que más fácil fermenta, por lo que puede ser una buena opción si es tu primera vez) u otros tipos de endulzantes, como stevia o miel. Esta mezcla será el alimento de nuestro scoby -que puedes comprar en varios sitios por Internet-.
  2. Tienes que hundir tu scoby en esta mezcla y dejarla fermentar durante un período que variará en función de la temperatura, la luz y los ingredientes, pero nunca inferior a los siete días -lo ideal es entre 10 y 15-.
  3. Tapa tu recipiente con un trapo y déjalo reposar alejado de la luz y de temperaturas oscilantes -en un sitio bien ventilado-. Cuanto menos fermente, más dulce será (porque tiene más azúcar) y cuanto más tiempo pasa, su sabor se acidificará más.
  4. Vete probando día a día tu té kombucha hasta que consigas el sabor que buscas. Tu scoby debería flotar, pero si ves que se hunde al principio, no te preocupes, porque puede tardar un par de días.
  5. Transcurrido este tiempo, retira con una cuchara tu scoby y cuela el líquido.
  6. Introdúcelo en botellas de cristal con cierre hermético.
  7. Conserva en el frigorífico al menos cinco días antes de su consumo.
  8. Puedes darle una segunda fermentación si quieres una kombucha con sabores. Añade, en ese caso, zumo o fruta antes de embotellarla y echa la kombucha dejando espacio por arriba.
  9. Deja que fermente entre 7 y 10 días y mete en la nevera para detener la fermentación.

No olvides que la limpieza es esencial a la hora de hacer kombucha y también el control de temperatura y que no le dé la luz directamente.

Consejos prácticos para hacer té kombucha casero

  • No utilices recipientes ni utensilios de plástico para su elaboración o conservación, usa siempre vidrio que garantiza que no haya contaminación.
  • Manten una limpieza escrupulosa y lava muy bien tus manos y los utensilios y recipientes donde vas a hacer la kombucha.
  • Utiliza agua filtrada porque la del grifo puede contener sustacias que perjudiquen la fermentación.
  • Controla la temperatura durante todo el proceso (no superar los 25 ºC) y la luz (no exponer el recipiente directamente a los rayos de luz).
  • Cubre tu scoby con un trapo de algodón y una goma que permita que éste se ajuste perfectamente al recipiente.
  • Ten mucha paciencia. Los períodos de fermentación varían, por lo que es mejor ir probándolo día a día para comprobar cómo va cambiando de sabor.
  • Cierra herméticamente tu té kombucha y consérvalo en la nevera para que pueda durarte hasta un año en condiciones óptimas de consumo.

Leer más: 'kimchi' coreano: el probiótico de moda que puedes hacer en casa

Se puede saborizar y aromatizar la kombucha con frutas, zumos, especias, hierbas aromáticas...

¿Cuáles son los beneficios de la kombucha?

Contiene ácido láctico, que es un probiótico que nos ayuda hacer la digestión, regular la flora intestinal y fortalecer nuestro sistema inmunitario. Puede ayudarnos a mantener a raya el colesterol y su capacidad antioxidante protege la salud cardiovascular.

Eso sí, al ser un alimento vivo con un alto contenido de bacterias -no se pasteutiza- y fermentado, puede producir acidez en el estómago si se toma en exceso, sobre todo en personas con patologías del intestino. Y no se recomienda que lo consuman las embarazadas ni, al contener azúcar y algo de alcohol, diabéticos y niños.