Hablamos con Rafa Castaño tras ganar el bote millonario de 'Pasapalabra' y su primer capricho no es el que esperábamos

El sevillano, de 33 años, logró vencer a Orestes y hacerse con un premio de 2.272.000 euros

Por Ana Merodio

“La vida me ha cambiado en un segundo extraño. Demasiado brillo, demasiado impacto”, cantaba Leiva y eso, más o menos, es lo que le ha pasado a Rafa Castaño, ganador del bote más grande de la historia de 'Pasapalabra'. El concursante, a quien son muchos los que califican de ‘crack’, ‘fenómeno' o ‘fuera de serie’, logró descifrar las 25 palabras del rosco, del tirón, casi sin titubear y en poco más de dos minutos sobrándole 49 segundos de tiempo. Y precisamente tiempo es el premio que siempre ha reclamado este sevillano de 33 años, pues más que poder comprarse caprichos caros, Rafa, como él mismo ha dicho, ha ganado tranquilidad. La tranquilidad de no tener que preocuparse por llegar a fin de mes y tener todo el tiempo del mundo  para tumbarse a leer, ver una serie, aprender un idioma o estudiar una carrera. Pero eso será cuando “el anonimato” regrese a su vida, mientras tanto el concursante muestra su mejor sonrisa ante las cámaras y deja atrás su timidez. Hablamos con Rafa Castaño y nos confiesa en qué se va a gastar su premio.

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Rafa, ¿cómo has mantenido estos días el secreto de que tú eras el ganador del rosco? 

Ha sido bastante difícil y he tenido que morderme la lengua en varias ocasiones. Al final la cadena va calentando el programa y aunque no diga el nombre del ganador, obviamente, todo el mundo sabe que uno de los dos lo ganará. A mis padres, por ejemplo, los han tenido fritos con el Whatsapp y cada vez que salían a la calle les preguntaba la gente. Así que no ha quedado más remedio que llevarlo con discreción y con mucha paciencia. 

¿Qué recuerdas del momento del rosco? ¿Tenías claro que ese día el bote era para ti? 

Que el bote va a ser para ti no lo sabes hasta que Roberto te dice que sí y cae el confeti. La verdad es que en el rosco siempre hay dos palabras difíciles de diccionario y dos de enciclopedia, por eso a medida que iba adivinando las difíciles pensaba: “¡Uy!  me las voy sabiendo y de repente ya estaba en la s”. Cuando llegue a la z pensé: “espero sabérmela” y cuando escuché esa definición al 90% pensé en Zabro. Pero durante una milésima de segundo dudé entre Zabro y Zagro, pues meterse tanta información en la cabeza hace que tengas ese tipo de dudas tan rebuscadas. Pero es verdad que fue el día que más cerca lo vi, lo que no me dio tiempo fue a asimilar que lo había hecho del tirón.

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¿Habías ensayado alguna vez en casa la celebración? 

Ensayarlo, en plan de ponerme delante del espejo, no, pero claro que había imaginado qué pasaría si lo ganara. Pensaba que iba a ponerme a dar botes de alegría, que iba a volverme loco y que hasta iba a darme puñetazos en el pecho. Pero llegado el momento, aunque estaba muy contento me parecía un mal detalle ponerme así en frente de alguien que también lo merecía y que en ese instante tenía que estar pasándolo fatal. Aunque bien es cierto, que no pensé que iba a reaccionar así de manera tan contenida. Dicen que me quede en shock, pero yo no tenía esa sensación simplemente estaba pensando: “No des el espectáculo delante de la gente porque no creo que tu compañero se lo merezca”. 

¿Cuál ha sido el primer capricho que te has dado? 

Mi primer capricho no ha sido material. Ha sido ver una serie, porque aunque resulte muy prosaico, yo el último año, todo el rato libre que tenía, lo dedicaba a estudiar, y si lo dedicaba a leer, por ejemplo, era libros que tenían que ver con el estudio, es decir, que me podían aportar términos enciclopédicos o raros. Entonces lo primero que hice fue sentarme a ver los capítulos de una serie y me quedé agustísimo. 

Entonces, ¿todavía no has comprado la equipación del Betis a tu sobrino? 

Todavía no, pero lo haré. Lo he prometido delante de toda España y evidentemente caerá. 

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¿Has pensando ya en qué vas a invertir el dinero?

Ahora mismo voy a darme unos meses para que se enfríe todo, sobre todo mi cabeza, porque no estoy acostumbrado a ser el centro de atención ni a tener tanto dinero, la verdad. Y cuando pase ese tiempo, mi preocupación fundamental es poder vivir bien. Realmente no he pensado en nada concreto, sino en poder recuperar un poco esa vida que tenía en la universidad cuando podía leer mucho, ver muchas películas, vivir de manera tranquila. Si tengo que trabajar en algo, que sea porque me gusta y porque me apetece, no tengo prisa por buscar nada. No tengo tampoco sueños caros. 

¿Cómo ves que la Agencia Tributaria se vaya a llevar una cantidad importante de dinero que has ganado con tu esfuerzo? 

Bueno, yo le diría a la gente que no sufra por mí. A fin de cuentas, me voy a quedar con 1.200.000 €, que es muchísimo dinero. Mi padre siempre me dice que paga impuestos, el que lo tiene y ya está. Yo además siempre he sido un gran beneficiado de la sanidad pública y creo que lo coherente es pagar. 

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Eres afortunado en el juego y también en el amor, ¿qué te ha dicho tu novia?  

Está muy contenta y se siente muy orgullosa de que haya ganado.

¿Cómo es tu relación con Orestes? ¿Os habéis llegado a hacer amigos?

Mi relación con Orestes es muy buena, es fraternal. Al final pasas tanto tiempo con esa persona que llegas a conocerla muy bien y aunque cuando estábamos fuera del plató no hablábamos mucho, lo cierto, es que nos llevamos muy bien, por eso al ganar mi reacción fue ir a abrazarle directamente, me daba pena que él no pudiera llevarse un premio que también se merecía. Le tengo mucho cariño. 

¿Es cierto que os hacíais listas de palabras y de personajes y que las intercambiabais entre vosotros? 

Algunas sí y otras no. Había veces que llegamos a un acuerdo. Oye, pues yo tengo esta lista. Venga, te la cambio por esta, porque al final estudiábamos mucho juntos, y nos hacíamos preguntas durante los ratos que pasábamos en el camerino. 

¿Os montabáis vosotros vuestro propio rosco? 

Más o menos. Estudiábamos y repasamos juntos 

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¿Cuál es la palabra que no olvidarás nunca? 

Evidentemente Zabro, ya que es la que me ha permitido ganar tanto dinero, aunque, evidentemente también hay muchas otras palabras que me ha permitido aguantar y que me han llevado muchas horas de estudio. Pero evidentemente Zabro es una palabra especial.  

Entonces esta palabra la conocías de antes o forma parte de tus horas de estudio?

¡Qué bah! Yo no sabía qué significaba, la tuve que estudiar antes. Lo que la gente no sabe es que además de estudiar palabras raras también estudiamos las normales porque al final hay muchas palabras normales a las que no tenemos bien asociada una definición. Así que para las 21 palabras asequibles, por así decirlo, como para las cuatro más complicadas, el estudio ha sido fundamental. 

Si no hubieras ganado, ¿considerarías el concurso como una pérdida de tiempo?

No. Yo tenía totalmente asumido que podría llevárselo Orestes y, creo, que decir lo contrario sería menospreciarle. Él era y es el mejor concursante que ha pasado por la historia de 'Pasapalabra'. Creo que era el concursante con mejores habilidades para llevarse el bote. Y yo sabía que podía llegar ese momento. Así que si hubiera sido así me hubiera alegrado mucho por Orestes, habría pasado  unos días malos y luego a seguir. 

Y ahora que todo ha llegado a su fin ¿no sientes un inmenso vacío? 

Sentí el vacío al día siguiente de ganar cuando me levanté y mi primer instinto fue ponerme a estudiar y pensé y ¿ahora qué hago? Pero bendito problema, ¿no? Evidentemente ya he ocupado ese tiempo con otras cosas.

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La prueba de la pista musical era una de tus favoritas, ¿se te da bien cantar? 

Siempre he cantado en la ducha y estuve en un coro de pequeño, así que cantar siempre se me ha dado relativamente bien y me ha gustado. Y luego que la memoria también influye en la memoria musical. Además yo de chico  escuchaba mucho la radio y la he seguido escuchando.

Tras la victoria has decidido corte de pelo ¿no? 

Bueno tanto Orestes como yo sabíamos que la sombra del bote estaba planeando muy cerca de nosotros, así que estaba claro que tarde o temprano acabaría inclinándose hacia un lado o hacia otro y como sabía que lo iba a ver toda España, pues decidí dejarme el pelo largo hasta el día que se diera el premio y después pelarme, de esa forma imaginé que pasaría más inadvertido por la calle. Mi aspecto no tenía nada que ver con la concentración aunque es verdad que no tenía mucho tiempo para ir a la peluquería porque estaba estudiando mucho tiempo. 

Rafa, ¿te veremos en alguna edición de duelo de campeones o medirte con otros ganadores de años anteriores?

La verdad es que ahora mismo lo que me gustaría es no salir en la tele porque es un pico de exposición con el que no me encuentro muy cómodo. Y es verdad que yo soy un tipo muy competitivo y me encantaría concursar contra ellos, pero creo que ahora mismo lo más sabio y, más habiendo ganado tanto dinero, es frenar. 

Y ahora.... contesta a las preguntas del Rosco para comprobar si tú también habrías ganado.